La Municipalidad cerró 2023 con un déficit operativo de $5 mil millones y la Contaduría emitió un alerta

La preocupante situación financiera que viene enfrentando la Municipalidad de General Pueyrredon en el marco de la recesión quedó plasmada en los números de la Rendición de Cuentas 2023 presentada en las últimas horas al Concejo Deliberante. Allí, las autoridades dieron cuenta de un déficit operativo de $5 mil millones, dejando detrás el equilibrio fiscal que el gobierno de Guillermo Montenegro había logrado en sus primeros tres años de gestión.

Sobre el plazo previsto por la Ley Orgánica de las Municipalidades, el gobierno local presentó el domingo a la tarde la Rendición de Cuentas 2023 de la Administración Central -como así también de los entes descentralizados- donde se observó un resultado ejecutado de -$5.019,608.697, cuando en 2022 había arrojado un superávit de $179 millones. En tanto, el Resultado Presupuestario también fue deficitario, en este caso por -4.807.677.292.

Al respecto, el contador Guillermo Costanzo lanzó un alerta por estos números: “esta Contaduría ha señalado en reiteradas oportunidades la importancia de dar cumplimiento a un estricto equilibrio presupuestario”, situación que “en algunos casos podrían afectar el resultado de ejercicios venideros”, según se destacó en la Memoria Anual de la Contaduría General a la que accedió 0223.

En tanto, los números presentados también arrojaron un déficit primario importante, que es la diferencia entre los ingresos percibidos y los egresados generados a lo largo del año. Los ingresos que percibió la Comuna ascendieron a $79,2 mil millones sobre un presupuesto final de $87,6 mil millones, representativo del 90,52% del cálculo de recursos previsto; mientras que los gastos devengados ascendieron a $87,0 mil millones, marcando un déficit primario de $7.741.180.747. En ambos casos, tanto la recaudación como los gastos se ubicaron por encima del presupuesto original, que a fines de 2022 había sido establecido por el Concejo Deliberante en $74,3 mil millones.

Según consideró la Contaduría General, “la merma en los ingresos respecto a lo estimado se produjo en su mayor medida en las transferencias de capital tanto de la administración nacional (-74,31%) como de gobiernos e instituciones provinciales (-55,02%)". En concreto, los recursos nacionales habían sido presupuestados en $5.662.610.660, mientras que ingresaron $1.454.572.306; a su vez, en los recursos provinciales fueron estimados en $3.867.459.944 e ingrsaron $1.739.765.720. En total, ambas partidas fueron presupuestadas en $9.530.070.605 e ingresaron $3.194.338.026 (-66,48%).

En el detalle de los recursos percibidos también se puede observar una consolidación de una tendencia registrada en los últimos años, que es una mayor preponderancia de los ingresos por la Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene, que fue de $17,9 mil millones, el 22,6% del total. La Tasa de Servicio Urbanos se ubicó en $11,4 mil millones (14,3%), donde los Ingresos No Tributarios (que contiene a los dos anteriores), fueron de $41,1 mil millones, por el 51,9% de los recursos totales. En tanto, los Ingresos Tributarios (Provincia y Nación) se anclaron en $26,9 mil millones, el 34% del total de lo percibido a lo largo de 2023.

Crece la deuda flotante y cae la deuda consolidada

En otro tramo de la Rendición de Cuentas, la Contaduría General remarcó un incremento notorio de la deuda flotante, mientras que la deuda consolidada cayó a mínimos históricos. Respecto a la primera, cerró en $9.359.750.956, cuando el año pasado había sido de $2,1 mil millones, monto similar a la deuda pagada y/o desafectada en el ejercicio último.

La deuda flotante es la diferencia entre la deuda contraída (gastos devengados) y los pagos realmente efectuados. En este aspecto, el gobierno matizó el número con que allí se incluyen los salarios y obligaciones patronales de diciembre, que fueron afrontados a comienzos de enero. Entre salarios y contribuciones patronales, se acumulaba al 31 de diciembre una deuda de $7,5 mil millones. Los $9,3 mil millones de deuda flotante, en términos comparativos, representan el 13,7% de los recursos de 2023, un cifra que duplicó el 6,6% de 2022, siendo el índice mayor desde 2017.

Diametralmente opuesta es la situación de la deuda consolidada, aquella que tiene vencimiento preestablecidos, que se suele extender durante varios años, principalmente créditos o refinanciamiento de deudas. La misma se encuentra en valores mínimos históricos, con $281 mil millones, con una incidencia del 0,41% sobre los recursos. Como para tomar una dimensión, en 2007 llegó a estar en el 28%.