De no creer: el gobierno peruano definió a las personas transexuales como “enfermos mentales”
Incorporó al transexualismo, al transvestismo de rol dual y a los trastornos de la identidad de género como enfermedades de salud mental. Argumenta que de ese modo podrán recibir atención psicológica gratuita.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Cuando apenas faltan tres días para que se cumplan 34 años de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminara a la homosexualidad de la lista de enfermedades, el gobierno de Perú tomó una decisión anacrónica y de alto contenido discriminatorio, al incorporar a la transexualidad en el listado de enfermedades mentales.
La decisión se dio a conocer a través del Decreto 009-2024-SA firmado por la presidenta Dina Boluarte, donde se actualiza el Plan Esencial de Aseguramiento en Salud y se incorporan nuevos diagnósticos en la categoría de trastornos mentales y del comportamiento. Entre ellos, están “el transexualismo, el travestismo de rol dual, el trastorno de la identidad de género en la niñez, otros trastornos de la identidad e género, el travestimos fetichista y la orientación sexual egodistónica”.
El documento contiene una lista detallada de las condiciones, intervenciones y atenciones que son financiadas a todos los asegurados y que rige en los centros de salud públicos y privados de Perú. Sin embargo, el Ministerio de Salud incorporó nuevos diagnósticos en la categoría de trastornos mentales y del comportamiento, basándose en la décima versión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades (CIE-10), que quedó caduca en 2022 al entrar en vigencia una versión actualizada, la CIE-11.
Además de Boluarte, el decreto fue firmado por el ministro de Economía, José Arista, y el de Salud, César Vázquez Sánchez, y según se defendió desde el gobierno, la medida permitirá que las personas incluidas ahora puedan acceder a tratamiento psicológico gratuito.
La novedad rápidamente cosechó rechazaos. La diputada Susel Paredes, de la alianza opositora de centro izquierda Juntos por el Perú, pidió la derogación del decreto y aseveró que refuerza el estigma y discriminación hacia las personas trans. Finalmente, dijo que “urge implementar políticas de salud mental acorde a los estándares internacionales para garantizar el derecho a la salud, igualdad e identidad”.
A su vez, organizaciones de la sociedad civil, como Perú, también mostraron su rechazo. De esta manera, 414 profesionales de la salud y 176 organizaciones de derechos humanos enviaron una carta al ministerio de Salud en la que le solicitaron dar marcha atrás con el decreto.
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