El laberinto hidráulico que esconde la Mar del Plata subterránea

Un total de 15 arroyos de diferente magnitud atraviesa la ciudad y dieron origen a la demarcación urbana. Hoy se encuentran entubados o intervenidos por el hombre. Cómo se controlan.

La ciudad tiene 15 causes de agua a sus pies.

9 de Junio de 2024 09:57

Mar del Plata está atravesada por 15 arroyos de diferente magnitud que forman un verdadero laberinto debajo de la superficie que transitamos a diario. Si bien son tres las cuencas estrellas y más populares de la ciudad: Del Barco, Las Chacras y El Cardalito, hacia el norte también se encuentra La Tapera, único con cauce de agua todo el año. Completan el laberinto hidráulico marplatense el arroyo Seco, Los Cueros, de los Patos, Santa Elena, Camet, Del Tigre, Chapadmalal, Lobería, Corrientes, Seco y Las Brusquitas. 

Según detalla la Arquitecta y Docente en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (Faud) de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Unmdp) Claudia Cutrera en “Los arroyos invisibles bajo el suelo de Mar del Plata, una historia que pudo cambiar nuestro paisaje urbano”, cuando comenzaron a llegar los primeros habitantes a la zona, tuvieron en cuenta estos arroyos para sus actividades. “La zona de Mar del Plata estaba atravesada por cerca de diez cursos de agua. Ahora no nos damos cuenta porque están entubados, era un paisaje variado y con grandes ventajas para la producción”, sostiene.

De acuerdo al informe, en un comienzo el arroyo Las Chacras y su desembocadura eran entendidos solamente como un paisaje productivo. Mucho tiempo después empezó a verse como un paisaje vinculado al ocio o la recreación, tuvieron que pasar muchos años para ese reconocimiento.

Si bien Mar del Plata es recordada como la ciudad de veraneo por excelencia, tardó un tiempo en conseguir llenar sus playas de turistas y obtener su reconocimiento como paisaje de ocio. “Durante un tiempo convivieron, con cierto grado de conflicto, las actividades productivas y las del ocio, sobre todo de las clases altas que venían de Buenos Aires. El arroyo al aire libre era percibido por esas clases y sus mandatarios locales más como una molestia para el tránsito y una fuente de malos olores que como una posible ventaja paisajística. En principio, era poco agradable, estaba prácticamente encajonado entre barrancas desparejas“, asegura la docente

Entubar, la solución a todos los problemas

El entubamiento de los arroyos se realizó en parte como una solución al problema sanitario de la ciudad y en parte respondió a las demandas inmobiliarias de la época. Los registros históricos de la ciudad dan cuenta que fue en 1917 comenzaron las obras de entubamiento de los arroyos. El primero fue “Las Chacras” y se realizó en dos etapas. La obra concluyó en 1924. En el caso del arroyo el Cardalito, se comienza en 1920 y se realiza en etapas en los siguientes años. 

El cambio de milenio trajo aparejada la creación de un departamento de Obras que se aboque exclusivamente al sistema hidráulico subterráneo de la ciudad, Fue en febrero del 2000, luego de la recordada “tormenta caótica” que arrastró autos hacia el mar que el gobierno del entonces intendente Elio Aprile decidió ponerlo en funcionamiento. 

En su despacho, el ingeniero Juan Carlos Szpyrnal, gerente de Obras explica a 0223 cómo es el trabajo que realiza el equipo de seis ingenieros que trabaja con él. “El departamento de Obras se creó en febrero de 200, me acuerdo perfecto, los autos habian quedado uno arriba del otro, otros habían sido arrastrados al mar”, dice y refuerza el dato con registros periodísticos de la época. Según indica el ingeniero, el departamento del que es responsable no solo de garantizar que la ciudad tenga un escurrimiento natural sino tambien de generar condiciones para disminuir la posibilidad de anegamientos por inundación.

Tenemos un mapa que fuimos armando en base al trabajo de campo que hicimos durante todos estos años y e poco material que teníamos registrado”, dice al tiempo que señala que la ventaja que tiene la ciudad es que todas las cuencas nacen y desembocan dentro del mismo partido, por lo que, a la hora de realizar trabajos de acondicionamiento no hay demoras por trámites burocráticos.

Según explica el funcionario, con el paso de los años hay zonas que literalmente esconden un laberinto bajo tierra. " Depende la zona siempre, pero nos ha pasado que vamos a hacer un desague y nos encontramos con cañería que no sabemos de dónde salió porque no está en ningún plano. Hay caños taponados de obras que se hicieron hace años y nadie levantó", dice.

Rastreando planos, Szpyrnal, se encontró con literalmente una ciudad tapada por otra. Es que, debajo de lo que hoy conocemos como el macrocentro, precisamente en la zona de Colón y Salta hay un arroyo entubado y la estructura de un puente que se había construido para conectar la ciudad. "Si te detenes a mirar los planos viejos, siempre vas a encontrar algo que pasaste por alto", dice.