Las románticas vacaciones de Marina Calabró y Rolando Barbano a los besos en Brasil

Tras una separación que parecía definitiva, el fuego entre Marina Calabró y Rolando Barbano volvió a arder con más fuerza que nunca. Aunque desde finales de julio ya había señales de que la politóloga y el periodista de policiales estaban dándole una nueva oportunidad a su relación, esta semana la bomba explotó. Ambos fueron vistos juntos en las paradisíacas playas de Brasil, sellando su reconciliación con un apasionado beso a orillas del mar.

El escándalo estalló cuando un cronista de LAM abordó a Marina en pleno vuelo de regreso, y ella no dudó en soltarlo todo. "No me van a creer, pero no vi nada de los comentarios que hicieron en las redes", comenzó diciendo, con una sonrisa que lo decía todo. La foto de la discordia, en la que aparece en bikini besando a Barbano, fue tomada por sorpresa, según su versión. “Vi la foto y fue de recontra mega afano, no estoy ni en pose ni en nada, esas fotos son un peligro”, lanzó sin pelos en la lengua, dejando claro que no estaba preparada para la emboscada de los paparazzi.

Sin embargo, lejos de molestarse, la menor de las hermanas Calabró se lo tomó con humor. "Estas fotos son a suerte y verdad, así que no me quejo", agregó entre risas, mientras recordaba los días de romance que compartió con Rolando en Río de Janeiro.  Al ser consultada sobre la situación actual de su relación, el cronista, picante, lanzó: "Algunos dicen que después de la tormenta llega la calma", haciendo referencia a una canción de Cristian Castro. Marina, ni lenta ni perezosa, se puso a cantar las estrofas, pero cuando llegó la pregunta bomba sobre si estaban de novios, no pudo contener la risa.

"Me da gracia tu pregunta, ustedes vieron las fotos", exclamó, dejando claro que las imágenes hablaban por sí solas. Y no es para menos, después de todo, Marina dejó caer una frase que lo dice todo: "No soy de andar con alguien, sobre todo a esta edad, a los 50 años. Uno no se termina de acostumbrar nunca a la cosa mediática a pesar de haber trabajado toda la vida de esto. Pero estoy feliz", concluyó con una sonrisa de oreja a oreja.

¿Será este el renacer definitivo de este amor? El tiempo dirá, pero lo que está claro es que Marina y Rolando están viviendo un verano de amor y pasiones desenfrenadas que nadie vio venir.