La marplatense que la rompe en las redes reveló cómo la exigencia en danza le generó dismorfía corporal: “Entrenaba diez horas por día”
La actriz y cantante explicó cómo comenzaron sus trastornos con la alimentación y su obsesión con el gimnasio y contó cómo atraviesa la popularidad de las redes sociales.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Hace tres años, Juli Savioli saltó a la fama por una frase en una entrevista que la volvió meme: “Que se repita”. Dejó Mar del Plata a los 17 años con un objetivo claro: romperla en redes sociales. En las últimas horas brindó una entrevista a Infobae en la que habló sin filtros de su obsesión con la vida fit y el origen de sus trastornos de alimentación. Además explicó cómo sobrelleva la popularidad.
“Me vine de Mar del Plata a Buenos Aires y pude construir sola todo este mundo; supe cómo moverme y medio ya estratégicamente pensar qué es lo que le faltaba ver al público. Obviamente, primero me trataron de loquita de mierda, pero sabía que era parte del proceso”, dijo la influencer.
En esta línea, agregó que a las redes le faltaba “la bizarreada bien hecha …. la manera en cómo ciertas personas se toman las redes sociales”, expresó.
Durante la charla, Savioli sostuvo que en la actualidad, trata de no deprimirse todos los días con su imagen. “Practico la confianza, la paciencia, el no tirarme abajo, el no sentirme menos. Como que todavía hay algo ahí que tengo que seguir trabajando”, dijo al tiempo que aseguró que los problemas en relación con su cuerpo iniciaron en la adolescencia.
“Empecé a ir al gimnasio a los quince años”, recordó mientras indicó que, dos años más tarde comenzó a practicar danza clásica. “No combinaba la danza clásica -donde tenés que estar lo más liviana posible y con la pierna por acá- con el gimnasio. Entonces me iban diciendo “Cuidado las piernas, Juli, ¿eh?, no las tenés que tener tan grandes", decía el profesor. O “Tendrían que estar pesando entre 45 y 46 kilos” y no sé qué... Yo me lo tomé re a pecho y digo “Bueno, ¿querés que baje de peso? Voy a bajar de peso". Y ahí empezó todo el bolonqui de la comida”, reveló.
En la misma línea aseguró que fue en esa época en la que se obsesiono con la simetría corporal al punto que decidió someteerse a intervenciones quirúrgicas para lograrlo. “Ahora me amigué muchísimo más con mi cuerpo”, confesó la joven.
“Me quedó lo de las calorías: no como esto, no como aquello: no como una hamburguesa hace como dos años y pico. No tengo muchas cosas en la heladera. No me tengo que comprar cosas dulces porque sé que me las devoro”, agregó.
Leé también
Temas
Lo más
leído