"No fue una amenaza vacía": quién es el adolescente que quería hacer un atentado en un colegio
Los agentes hallaron material contundente y concluyeron que el ataque se iba a producir en el corto plazo.
Por Redacción 0223
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El barrio porteño de Caballito sigue conmocionado tras la detención de un adolescente de 16 años que planeaba un atentado masivo en un colegio de la zona. La investigación comenzó a partir de un alerta emitida por el FBI, que advirtió sobre un usuario en redes sociales que expresaba su intención de cometer un tiroteo escolar. El joven fue detenido en su domicilio de la avenida Juan Bautista Alberdi, donde los agentes hallaron material contundente.
Durante el allanamiento ordenado por la jueza María Romilda Servini, la Policía Federal encontró un arsenal que incluía réplicas de armas de fuego -entre ellas, pistolas, un revólver y un subfusil-, además de cuchillos, municiones, gas pimienta y botellas tipo “molotov”. En el subfusil había inscripciones con los nombres de conocidos autores de masacres, como Brenton Tarrant, Anders Breivik y Rafael Solich, alias “Pan Triste”, responsable de la tragedia de Carmen de Patagones.
Los investigadores, al mismo tiempo, detectaron que el adolescente mostraba una fuerte admiración por el nazismo y glorificaba a tiradores en masa. En sus redes sociales compartía simbología vinculada, mensajes violentos y referencias a matanzas escolares. Además, se halló una carta de despedida en la que anticipaba la posibilidad de suicidarse luego de ejecutar el ataque, lo que reforzó la hipótesis de que el atentado estaba planificado para concretarse en el corto plazo.
Entre las pruebas más reveladoras se encontraron cuadernos en los que el joven había detallado cada aspecto del atentado. Allí figuraban una serie de fechas tentativas, pasos del operativo y objetivos específicos. También registraba los tiempos de respuesta de las fuerzas de seguridad y posibles vías de escape. Los peritos describieron los escritos como “metódicos y obsesivos”, lo que demuestra un alto grado de preparación y convicción en sus intenciones.
Todo indica que el adolescente actuó solo, aunque no se descarta que haya mantenido contacto con comunidades virtuales que promueven ideologías extremistas. Las autoridades subrayan que “no se trató de un impulso ni de una amenaza vacía”, sino de un plan con estructura y propósito definidos. La Justicia continúa analizando el material secuestrado para determinar si existieron cómplices o instigadores en el entorno digital del menor.
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