Vecinos en guerra por una calle pegada a un barrio privado: "Pasamos de vivir en el paraíso a estar en el infierno"

Luego de la denuncia de quienes circulan por Jorge Hernández, los vecinos de esa calle se defendieron y aseguran que los autos que salen de Rumencó la usan "como si fuera una autopista. Las 4x4 pasan a una velocidad abrumadora".

Aseguran que los coches pasan a velocidades "inaceptables".

18 de Marzo de 2025 13:20

Por Redacción 0223

PARA 0223

La disputa por una calle desató un conflicto vecinal sin precedentes en la zona sur que llevó a denuncias y acusaciones cruzadas. Esta semana, vecinos de la zona sur que circulan por Jorge Hernández (un camino lindero al barrio privado Rumencó) dieron a conocer que todos los días recibían atentados contra sus vehículos al utilizar ese sendero para salir del barrio privado.

En comunicación con 0223, señalaron que se colocaban maniquíes que simulaban ser personas, troncos para evitar el paso de los coches y clavos (conocidos como miguelitos) para pinchar los neumáticos.

Ahora, quienes viven sobre esa calle del conflicto salieron a desmentir parte de esa versión y explicaron su postura en contra de quienes usan desde hace unos meses esa vía. "Pasamos de vivir en un paraíso a estar literalmente en el infierno desde que pasan tantos autos", aseguró Nilda, una de las vecinas.

Junto a los 14 vecinos del Barrio Estancia Cabo Corrientes Apartur, Nilda pidió en su momento el ensanche de la avenida Jorge Newbery y de otras calles ante el incremento de tránsito en la zona. "Hoy Hernández se transformó en una autopista, sin límite de velocidad ni medidas de seguridad o reductores, a pesar de ser el único acceso y egreso de nuestras casas", sentenció.

Se trata de uno de los sectores más antiguos de la ciudad, que fue declarado Patrimonio Histórico y Forestal, al que muchas personas recurrieron en búsqueda de paz y tranquilidad, las cuales hoy sostienen que están perturbadas.

El barrio se caracteriza por una tranquilidad que hoy está perdiendo.

"No se nos consultó sobre el paso de los autos por acá, sino se hubieran arbitrado los medios necesarios para una buena convivencia. Las camionetas 4x4 pasan a una velocidad abrumadora; es imposible que podamos caminar a la casa de un vecino, salir en bicicleta, o que los niños circulen tranquilos. Hasta atropellaron a dos de los perros de vecinos, ni hablar de la tierra arcillosa que levantan, que entra a toda hora a nuestras casas. Van tan rápido que nos espanta", denunció la propietaria.

A paso de vehículos particulares, se suman los camiones con materiales de construcción y transportes que dificultan la circulación.

Aseguran que los coches pasan a velocidades "inaceptables".

A raíz del enojo, Nilda reconoció que una vecina puso un maniquí en una situación de desesperación, pero que eso solo duró tres días: "No es cierto que se hayan tirado miguelitos; pincharíamos nuestras propias gomas. Tampoco que se pusieran troncos, sino que se colocaron sogas náuticas en una zona determinada para que bajaran la velocidad, que fueron retiradas de madrugada".

"¿Que opinarían los habitantes de barrios privados si tuvieran que soportar vivir de esta manera, cuando eligieron hacerlo en un lugar que era pura paz? Mis padres compraron la casa en la que hoy vivo en 1973; la eligieron por la serenidad y la paz del lugar.  No podemos admitir este atropello a nuestro bienestar y calidad de vida. El progreso no puede ir en desmedro de otros", enfatizó.