El club que vuelve a la Serie A tras 34 años: una historia épica bajo la sombra de la torre inclinada
El club toscano logró el ansiado ascenso y desató una fiesta inolvidable a pocos metros del símbolo más famoso de Italia. La ciudad entera volvió a soñar en blanco y negro.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Después de 34 largos años de ausencia, Pisa volvió a la Serie A. El histórico club toscano, que supo codearse con los grandes del calcio a principios de los años 90, selló su regreso con una campaña sólida en la Serie B, culminando en el segundo lugar por detrás del Sassuolo. Bajo la conducción de Filippo Inzaghi, el equipo supo encontrar la regularidad necesaria para recuperar el lugar que tantos hinchas venían soñando desde 1991.
La ciudad de Pisa se tiñó de blanco y negro. La celebración fue total, y tuvo su punto más simbólico a solo 400 metros de la Torre Inclinada, donde jugadores, cuerpo técnico y miles de tifosi entonaron cánticos de victoria. Banderas flameando, fuegos artificiales y lágrimas de emoción se mezclaron en una postal que solo un ascenso tan esperado podía regalar. El regreso a la Serie A no solo es una hazaña deportiva, sino un momento de reivindicación para toda una comunidad futbolera.
El estadio Romeo Anconetani, conocido en el pasado como Arena Garibaldi, fue testigo de cada capítulo de esta epopeya. Desde su fundación en 1919 hasta su uso como hospital militar en la Segunda Guerra Mundial, el recinto vivió ascensos, descensos, quiebras y refundaciones. Hoy, desde lo alto de la torre inclinada, aún se puede divisar con claridad el campo de juego donde, en 1991, Pisa se despidió de la Serie A con una derrota ante la Roma. Un ciclo que finalmente se cierra con gloria.
Aquel último plantel de Serie A dejó recuerdos imborrables, sobre todo por la presencia de dos jóvenes argentinos: Diego Simeone y José Chamot. El “Cholo”, apenas con 20 años, se lanzó a la aventura europea sin saber el idioma ni tener forma de comunicarse con su familia. Chamot, por su parte, llegó al club con la fe de que era solo el primer paso hacia algo más grande: “Le pedí a Dios llegar al Milan… y diez años después estaba ahí”. Pisa fue el punto de partida de dos carreras brillantes.
Pese a múltiples crisis financieras y cambios de nombre, Pisa nunca perdió su esencia. Fue refundado en varias ocasiones, y en 2021 retomó oficialmente su nombre original: Pisa Sporting Club. Esa identidad intacta fue la que lo sostuvo en los momentos más duros, y hoy lo impulsa de regreso al escenario principal del fútbol italiano. El canto de Andrea Bocelli, hincha confeso, interpretando el nuevo himno del club, fue el broche de oro de una temporada inolvidable.
Con el ascenso consumado, Pisa ya piensa en la próxima temporada. Junto a Sassuolo, espera al tercer equipo que saldrá del playoff entre Palermo, Catanzaro, Spezia, Cremonese, Juve Stabia y Cesena. Curiosamente, Cesena fue uno de los clubes que descendió junto a Pisa en aquel lejano 1991. El fútbol, con sus vueltas, parece tener memoria. Y ahora, el club toscano vuelve a escribir su historia en la Serie A, con una ciudad entera empujando desde las gradas… y desde lo alto de su torre más icónica.
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