"Mastantuono no va a llegar a nada": el ojedador que rechazó a la nueva estrella del Real Madrid
Un ojedador rechazó a la nueva estrella de la "Casa Blanca" en sus inicios como futbolista.
Por Redacción 0223
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Franco Mastantuono es, sin dudas, una de las joyas más brillantes que surgieron en el fútbol argentino en los últimos años. Con apenas 17 años, el juvenil de River ya fue fichado por el Real Madrid, uno de los clubes más grandes del mundo. Pero su camino no siempre fue fácil ni libre de críticas. En su ciudad natal, Azul, aún recuerdan cuando un ojeador de San Lorenzo lo subestimó y dijo que no tenía futuro.
El diario Olé viajó a Azul para reconstruir la historia del joven crack. Allí habló con familiares, entrenadores y amigos que acompañaron su crecimiento desde las infantiles. Todos coinciden en su humildad, su talento precoz y su amor por la pelota. De entrenar bajo la lluvia en canchas de tierra a firmar contrato con una potencia europea: el sueño del pibe se volvió realidad.
Santiago Dinolfo, amigo y excompañero de Franco en Cemento Armado, relató una anécdota clave: en 2019 disputaron un torneo en Mar del Plata y perdieron 8-0 ante San Lorenzo. A pesar del duro resultado, Mastantuono fue de lo más destacado del equipo, aunque eso no alcanzó para convencer a todos. "Uno de los ojeadores del Cuervo dijo que no iba a llegar a nada", recordó Dinolfo con asombro.
Ese episodio quedó marcado en la memoria de quienes lo conocen desde chico. Mientras que muchos veían en él a un talento fuera de lo común, hubo quienes no supieron valorar su potencial. El tiempo se encargó de dar la mejor respuesta: hoy, Franco es parte del Real Madrid, tras brillar con la camiseta de River y ganarse un lugar en la consideración del cuerpo técnico de Demichelis y en el último tiempo de Marcelo Gallardo.
En River, Mastantuono rompió récords de precocidad. Debutó en Primera con 16 años, marcó goles decisivos y dejó en claro que su calidad no tiene techo. Real Madrid no dudó en poner millones sobre la mesa para asegurarse su ficha, convencido de que en él hay futuro de crack mundial.
Lo que parecía un comentario sin importancia por parte de un captador de talentos, hoy queda como una lección para el fútbol argentino: nunca subestimar a un chico con ganas, pasión y condiciones. Franco Mastantuono es el ejemplo perfecto de cómo el esfuerzo, la fe y el talento terminan rompiendo cualquier pronóstico.
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