Cada vez más personas congelan sus óvulos: cómo es el proceso y por qué se da este fenómeno
Son múltiples los factores que llevan a las mujeres y personas con capacidad de gestar a postergar la maternidad. Qué las encamina a tomar la decisión y cuándo recomiendan hacerlo los especialistas.
Postergar la maternidad y lograr una planificación familiar efectiva son opciones antes impensadas, que hoy se vuelven una realidad cotidiana muy elegida.
El número de personas que decide congelar sus óvulos crece cada vez más y despierta el interés de médicos, científicos y hasta sociólogos que analizan las causas del fenómeno. Esta determinación de mujeres y personas con capacidad de gestar se da en todo el mundo y también tiene su correlato en Mar del Plata.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, entre 2021 y 2024, creció un 70% la cantidad de personas que optan por este proceso, que consta de una técnica de extracción, preservación y congelación ultrarrápida (vitrificación) para evitar la formación de cristales de hielo que podrían dañar los óvulos. En Argentina, el aumento es de un 20% cada año.
"En la ciudad esta nueva realidad se evidencia en la gran cantidad de consultas médicas que tenemos por embarazos que no llegan. Y el dato significante es la edad promedio en que una mujer se acerca a consultar, que es de 39 años", contaron a 0223 desde Crecer (Centro de Reproducción y Genética Humana).
Alfredo Elena, director de la entidad, recomienda a quienes tengan el deseo de ser madres y hayan decidido postergarlo, que preserven antes de los 35 años ya que "la capacidad reproductiva va disminuyendo y lo hace en forma acelerada luego de esa edad”.
Tomando en cuenta los últimos cuatro años, desde el centro Gen & Med también establecieron los 35 años como promedio de edad en la que las marplatenses realizan el proceso.
¿Por qué cada vez se elige más?
Son múltiples las razones que llevan a una persona a congelar óvulos: falta de pareja, proyección profesional y complicaciones médicas están entre las principales. De acuerdo al estudio La verdadera crisis de fecundidad, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), la mayoría de la población desearía tener dos hijos, pero el 18% cree que es "imposible" y el 39% de los entrevistados sitúa las restricciones económicas (39%), la precariedad (21%) y el acceso a la vivienda (19%) entre las trabas.
Por otra vía, la investigadora de Yale Marcia Inhorn determinó que la mayoría de mujeres no "conservan" su fertilidad porque quieren centrarse en sus carreras profesionales, sino que no encuentran un compañero comprometido dispuesto a hacerlo.
"La mujer evolucionó social y laboralmente, su vida es completamente distinta a la que llevaban su madres o abuelas. Hoy la maternidad se proyecta para después. Además quiere aprovechar las oportunidades para acceder a cargos jerárquicos, perfeccionarse, ganar dinero, viajar, entre otros proyectos", explicaron desde Crecer.
Pero el retraso de la maternidad en las personas que tienen el deseo puede conllevar a no llegar en las mejores condiciones. "No hay una plena conciencia sobre cómo desciende la fertilidad con el paso del tiempo, es decir, la mujer nace con cerca de un millón de ovocitos, un número que comienza a disminuir antes de la pubertad, quedando entonces en unos 400.000. En cada ciclo menstrual ese número se reduce en 1.000", advirtió Elena.
Aunque la sociedad cambió y cada vez hay menos tíos o abuelas que pregunten "¿para cuándo el bebé?", lo cierto es que a partir de los 30 años comienza el declive de la fertilidad, a los 35 la cantidad y calidad de óvulos desciende notablemente y a partir de los 40, la posibilidad de gestación de un embarazo con óvulos propios es del 20%.
Así, preservar la fertilidad a través de la vitrificación se vuelve tentador y efectivo no sólo para las madres sino para una pareja que aún no desee encararlo. La técnica permite almacenar óvulos congelados durante años y poder utilizarlos en el momento que se elija, con la calidad que tenían al momento de la extracción.
"Es un primer paso para la autonomía reproductiva femenina y la mejor edad para poder hacerlo es entre los 25 y los 35", señaló el especialista Alfredo Elena.
Esta técnica también es utilizada por pacientes diagnosticadas con cáncer que deben someterse a un tratamiento que puede dañar su fertilidad.
En ambos centros consultados observaron que la cantidad de prácticas de preservación es similar a la de 2024, pero la media de edad pasó de 38/39 años a los 34/35 en 2025.
"Creemos que hay una mayor concientización en mujeres más jóvenes, probablemente por el auge de campañas de difusión educando sobre el impacto de la edad en la fertilidad, y generando consciencia de que la postergación de la fertilidad puede ser contrarrestada gracias a la congelación ovocitaria. También es posible que algunas empresas ofrezcan la práctica como beneficios a sus empleadas como parte de su plan de salud", señalaron.
Cómo es el proceso
El tratamiento es más simple de lo que se cree popularmente y consta de tres partes:
a) Una etapa de estudios para conocer la capacidad reproductiva de la paciente: análisis genéticos, ecografías para descartar patologías ginecológicas y de salud en general para evaluar hormonas y la reserva ovárica (esta etapa en general es cubierta por las obras sociales).
b) La medicación con la que se genera el proceso de estimulación ovárica a través de un tratamiento hormonal: inyecciones que se aplican de manera subcutánea durante 10 o 12 días. Durante este periodo se realizan controles de sangre y ecográficos para conocer la evolución de estimulación.
c) Una vez que los folículos (dentro de ellos están los ovocitos) alcanzan el tamaño adecuado, se procede a una punción en el quirófano que suele durar 15 minutos con una sedación de anestesia. Los óvulos extraídos son analizados y posteriormente vitrificados en el laboratorio.
Luego del alta la paciente debe guardar reposo en cama. Al día siguiente recupera parcialmente su actividad.
Cuánto cuesta
Si bien los costos dependen de cada centro de fertilidad, el estimativo en Argentina establece que los estudios previos rondar los $200 mil, mientras que la estimulación ovárica, la extracción y la posterior vitrificación van de los $1.200.000 a los $2 millones por ciclo completo.
En los casos en los que no se incluya la medicación hormonal, puede costar entre $300 mil a $800 mil.
Además, se realizará el mantenimiento anual del banco de óvulos, que tiene variaciones en todo el país de entre $120 mil y $250 mil.
Si bien la preservación de la fertilidad por causas sociales no tiene cobertura de obras sociales o prepagas, muchas empresas ofrecen planes de pago y facilidades para garantizar el acceso al tratamiento.
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