Otro viaje de novela

El plantel de Alvarado estuvo a punto de no viajar a Córdoba para enfrentar el miércoles a Talleres, por la falta de un colectivo “como la gente”. Finalmente, salió a la ruta el martes por la noche.

Se hizo la luz. A la noche llegó la solución, apareció un micro coche cama y el plantel partió hacia Córdoba. (Foto: @sebadix5)

14 de Octubre de 2014 22:31

Por Redacción 0223

PARA 0223

No hay caso. Alvarado no tiene paz. Si no es por una cosa, es por otra, pero lamentablemente desde que comenzó esta nueva temporada del Federal A, es noticia y no por cosas que se hacen bien, sino por la sanción de la Aprevide que le impidió jugar tres partidos como local e inconvenientes económicos ya sea para afrontar los contratos de los jugadores o emprender los viajes fuera de la ciudad. Luego de la interminable espera de siete horas para viajar a Rosario el pasado viernes, este martes la situación no se repitió porque Carlos Miori mandó a los futbolistas a sus casas, pero cerca estuvieron de no partir hacia Córdoba para enfrentar el miércoles a las 21 a Talleres. La solución llegó por la noche y el plantel tendrá unas largas 14 horas hasta la “Docta”.

La idea primaria y lo que estaba estipulado desde el mismo día que se decidió no quedarse en Rosario y volver a Mar del Plata, era el lunes por la tarde estar partiendo hacia Córdoba. Cuando llegado el feriado le avisaron que el viaje se retrasaría hasta el martes a las 13, las caras no fueron las mejores ni en el cuerpo técnico ni en los jugadores. Pero otra vez cedieron, agacharon la cabeza y se presentaron a esa hora en el club para emprender al fin el viaje. 
 
Sin embargo, cuando llegaron no había micro y lo que habían “conseguido” era otra vez un semicama, a lo que Carlos Miori se puso firme y avisó que “otra vez en un colectivo así no viajamos. Soportamos muchas cosas, pero ya está, si no hay un coche cama, nosotros no viajamos”. La decisión del técnico es entendible. En el largo viaje a Rosario en un colectivo que habitualmente hace los 50 kilómetros que separan Mar del Plata de Miramar, muchos de los jugadores no entraban en los asientos, lo mismo que el preparador físico Marcelo Corrente, que terminaron durmiendo en el piso del pasillo.
 
Las idas y vuelta comenzaron, que se viaja, que no se viaja, que vayan los chicos de la local, que esto así no puede seguir y “otra vez no vamos a esperar seis horas para que llegue el colectivo”. Entonces, a las 14, Miori licenció al plantel, mandó a cada uno a su casa y que con el correr de las horas se iba a decidir de acuerdo a la aparición o no del transporte. Cuando el técnico de la local “Archi” Ayala ya tenía preparado un grupo de jugadores y avisados de que podían llegar a ir ellos, cerca de las 20, se confirmó que se había contratado un coche cama, que a las 20.30 se presentó en la sede del club, levantó a quienes estaban ahí y fueron a Sarmiento y Almirante Brown, donde había otro grupo de jugadores con Carlos Miori, cenaron y salieron a la ruta.
 
La travesía se puso en marcha. Catorce horas por delante tendrá el plantel que arribará al mediodía, dormirá una siesta y luego irá hacia el estadio Mario Alberto Kempes donde estos jugadores volverán a poner lo mejor de sí, pese a todo, para tratar de ganar su primer partido en la temporada. Un partido que lo empiezan a jugar mucho antes que el árbitro dé el pitazo inicial.