De hemeroteca, casi nada: la convirtieron en un depósito de papel

Pese a que existe desde 1939, nunca tuvo sede propia. Hoy 320 mil diarios -algunos de más de cien años- permanecen apilados en cuatro habitaciones de la Secretaría de Cultura.

27 de Abril de 2015 19:43

Por Redacción 0223

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Diarios centenarios apilados, sin encuadernar, guardados en bolsas de nylon; pilas de periódicos colocados en el rincón de una sala, entre sillas plásticas, una torta de cotillón, disfraces y hasta una jaula. Así se encuentra hoy la Hemeroteca de la Municipalidad de General Pueyrredon.

La hemeroteca reúne ejemplares de circulación vigente como La Capital, La Nación y Clarín, y otros que forman parte del acervo histórico de la ciudad y ya no se publican, como El Progreso, El Trabajo o La Mañana. Es la única de acceso público que existe en Mar del Plata desde 1939 y por eso hasta allí se acercan estudiantes, docentes, investigadores, profesionales y público en general.

En sus inicios compartía espacio con la Biblioteca Municipal, en el tercer piso del Palacio Municipal. Sin embargo, cuando la Biblioteca se trasladó al edificio de 25 de Mayo y Catamarca, los diarios fueron enviados al Archivo Museo Histórico Municipal.

En ese edificio ajeno y al que no se le puede realizar ningún tipo de ampliación o modificación de los depósitos ya que fue declarado monumento histórico y arquitectónico de la ciudad, funcionó hasta el 2008.

Ya en ese entonces los mismos trabajadores advertían que, ante la precariedad de las instalaciones eléctricas, se corrían serios riesgos de producirse un cortocircuito, lo que hubiese reducido a cenizas al material histórico de Mar del Plata. Incluso, el exsecretario de Cultura municipal, Carlos Rodríguez, fue muy cuestionado por el mal estado de conservación de las colecciones.

Ahora, una parte de la colección se halla en la planta baja de un inmueble ubicado en calle 9 de Julio 2717, en donde funciona la Secretaría de Cultura del municipio. A la hemeroteca le asignaron sólo cuatro habitaciones del edificio. Ahí hubo que hacer lugar para 320 mil ejemplares y, además, ubicar la sala de consulta.

Aunque el espacio en el que funciona debería disponer de una iluminación general adecuada, detectores de humo e incendios, así como instalaciones eléctricas apropiadas -entre otras cuestiones-, el sitio no cuenta con ninguna de esas medidas de seguridad. Unas pocas imágenes tomadas en el interior del edificio son suficientes para ver en qué condiciones se guarda parte del material que integra el patrimonio histórico y periodístico de la ciudad.

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