Quilmes hizo todo bien y se metió en la historia
Con una defensa enorme y un juego colectivo conmovedor, el equipo de Javier Bianchelli se convirtió en el primer marplatense en ganar en playoffs en Bahía Blanca, revirtió una serie que estaba 0-2 y se metió en las semifinales de la Conferencia Sur.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Una actuación fantástica tuvo Quilmes en Bahía Blanca. Con los errores lógicos de este tipo de partidos, con el nerviosismo de saber que se podía terminar la temporada, pero con un sentido de equipo que lo llevó a estar en la instancia que está. Con lo colectivo por encima de los egos individuales, el "tricolor" escribió una página en la historia al convertirse en el primer equipo de la ciudad en ganar en el sur de la provincia en playoffs, al derrotar a Bahía Basket por 90 a 77, y terminar de revertir una serie que había comenzado muy complicada (0-2) y que empezó a cambiar en el "Poli". Ahora, los de Bianchelli irán por un lugar entre los cuatro mejores ante Ferro Carril Oeste.
El arranque fue un partidazo. Los dos mostraron un alto goleo y esa mezcla de final y nerviosismo, le puso todos los condimentos al cuarto inicial. El primero que se acomodó fue Quilmes, con un Iván Basualdo indetenible en la pintura y una excelente defensa sobre Redivo y Johnson, que obligó a Ginóbili a meter mano demasiado rápido (4'). Sólo Corvalán, con dos triples, ponía la cara por el local en un 15-10 para Quilmes, con 10 de su pivote. Los cambios le empezaron a acomodar las cosas a Bahía y Bianchelli decidió sentar a su figura, pero luego de un triple de Flor, el "tricolor" se secó, el dueño de casa ajustó la defensa y empezó a ganar la zona baja con Levy primero (8 en el parcial) y Johnson después, para ganar dos rebotes ofensivos en una misma jugada y llevar al primer descanso igualados en 20.
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Al regreso, volvieron como en el comienzo. Equilibrado, alternando el marcador y con un alto goleo. Parecía que se cortaba Bahía Basket con otra "bomba" de Corvalán, pero Vildoza metió un triple y falta, para dejarle nuevamente la respiración en la "nuca": 26-27, a falta de 7' 40". Johnson empezó a pesar en los recobres y marcó en segunda jugada, lo que despertó la bronca de Bianchelli que, encima, veía como su equipo perdía más pelotas de lo ideal. Le costaba entrar al "tricolor" y Flor volvió a levantar al público que fue de Mar del Plata con un gran triple con 3" en el reloj. El juego era equilibrado, parecía más asentado el local, pero el tiro externo le seguía dando frutos a Quilmes que volvió a pasar al frente (35-36) con dos libres de Robinson. En los instantes finales bajó la intensidad y el goleo, pero los rebotes ofensivos le dieron rédito a Bahía Basket que usufructuó eso y una gran defensa sobre Vildoza en una salida que no pudo pasar la mitad de la cancha en los 8 segundos, parecía darle una buena luz de 4 puntos camino al vestuario, pero Maciel enmudeció el "Casanova" desde afuera y se fueron con la distancia mínima: 43-42.
El tercer parcial pudo ser el quiebre del partido y de la serie. Lo atosigó Quilmes a Bahía Basket que no pudo hacer nada de lo que acostumbra, no encontró vías de gol ante una defensa que sacó a relucir toda la intensidad y que mostró variantes en ofensiva, de la mano de Luca Vildoza, otra vez con aporte de Basualdo y con buenos pasajes de Ariel Eslava, principalmente controlando a los internos locales y sumando en la pintura. El equipo de Ginóbili cayó en la desesperación y un triple de Ruiz le dio una ventaja de 14 puntos (64-50) que parecía empezar a sentenciar la historia. Pero estaba todo tan parejo que no se podía dar a nadie por "muerto", pero una bomba de Redivo lo devolvió al juego, cerró 57-64 y qedaban 10 minutos apasionantes.
Lo mejor que le podía pasar a Quilmes era arrancar el cuarto final convirtiendo y lo hizo con un triple de Clark. El local se jugaba las últimas cartas, pero cada vez que intentaba acercarse, aparecía algún "tricolor" para desnivelar, con un muy buen reparto. La salida por 4 faltas del norteamericano podía ser un problema, porque era el abanderado de la defensa, pero el ataque seguía respondiendo y manteniendo la ventaja. Ginóbili sentía que se le escapaba y pidió minuto, pero Quilmes la recupero en el regreso y se alejó a 16 (63-79), con poco menos de 6' en el reloj. Pasaba el tiempo y los marplatenses no mostraban fisuras, eran efectivos desde la línea y asestaban algún "mazazo" desde afuera para generar más desesperacion en Bahía que veía que no lograba meterse en partido. Tres pérdidas seguidas de Vildoza pudieron ser un dolor de cabeza mayor, pero el local no tuvo respuestas basquetbolísticas ni anímicas para ir por la hazaña. Algún triple, algún intento desesperado que no rindió sus frutos porque Quilmes estaba seguro de lo que quería. Era meterse en la historia, era seguir en carrera, era seguir demostrando que no está de paseo en la Liga Nacional y que buscará llegar a lo más alto que se pueda.
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