Fernando Delgado y Eduardo Ullúa, de la CNU, siguen prófugos

Los miembros de la organización paramilitar derechista Concentración Nacional Universitaria (CNU), Fernando Delgado y Eduardo Salvador Ullúa, continúan prófugos. En tanto, en España la Justicia detuvo a Beatriz Arenaza y Daniel Ullúa.

Delgado y Eduardo Ullúa habían sido denunciados por el ex secretario general del Sindicato de Prensa de Mar del Plata en 1976, Amílcar González, en los Juicios por la Verdad, Memoria y Justicia, en audiencias del 15 y 21 de abril de 2001.

González, fue redactor del diario La Capital de esta ciudad, titular del Sindicato de Prensa e integrante de la FATPREN Federación Argentina de Trabajadores de Prensa entre 1969 y 1976.

El periodista y dirigente sindical fue secuestrado por ocho hombres de civil fuertemente armados en la sede del Ministerio de Trabajo local y declaró hace 12 años ante el Tribunal Oral de la Cámara Federal, imputando el delito a los nombrados, por ese entonces amparados todavía por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, promulgadas en diciembre de 1987 por el gobierno de Raúl Alfonsín.

La investigación de la Justicia Federal permitió que varias decenas de testigos aportaran datos sobre los casos de secuestros, torturas y crímenes conocidos a partir de 1975 que involucraron a la organización cuyo origen se conoció en 1964 en la ciudad de La Plata.

Delgado fue acusado directamente de haber "encabezado el operativo del 25 de marzo de 1976, a las 15.30, cuando resultó secuestrado Amílcar González ante los nueve miembros de la comisión directiva del sindicato que lo acompañaban".

Tras ser torturado "y dado por muerto", el periodista fue trasladado a la Seccional Cuarta de Policía donde, finalmente, lo hallaron sus compañeros.

La propia Fiscalía reconoció que "por lo declarado en 2001, no menos de ocho miembros de la CNU quedaban imputados por "crímenes de lesa humanidad", dijoel fiscal general Adler, una vez derogadas las leyes del alfonsinismo.

Cosa que ocurrió en vísperas de las elecciones presidenciales de 2007, tiempos del mandato de Néstor Kirchner, y resultado del compromiso cumplido por el Presidente de la Nación ante los organismos de los Derechos Humanos. Amílcar González falleció en junio 2004, víctima de una enfermedad incurable. Tenía 65 años.

González pudo salir del país en abril de 1978 por intervención de organismos internacionales. La gestión de la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT) con sede en Caracas, obtuvo la libertad del titular del gremio de Prensa de Mar del Plata, quien no pudo volver a la Argentina hasta 1984, con la vuelta de la democracia y el gobierno radical de Raúl Alfonsín.

En el exilio fue secretario de organización de la central que funcionaba en San Antonio de los Altos, a 15 kilómetros de la capital venezolana.