Kimberley y Quilmes tocaron el cielo con las manos

Quilmes y Kimberley lograron en mayo sus respectivos ascensos.

30 de Diciembre de 2013 14:28

Por Redacción 0223

PARA 0223

El mejor mes para el deporte marplatense fue, sin dudas, mayo. Porque ahí llegaron los dos resultados más relevantes, con el título de Kimberley en el Torneo Argentino C de fútbol y el repechaje de Quilmes en el Torneo Nacional de Ascenso de básquet. De esa forma, “dragones” y “cerveceros” consumaron su objetivo y lograron el ascenso al Argentino B y la Liga Nacional, respectivamente.

El 19 de mayo, en Tres Algarrobos, todo se vistió de verdiblanco. El conjunto de Damián García había ganado 2 a 1 en la ida en el José Alberto Valle, pero había sido muy superior y se fue con un resultado demasiado corto. Como visitante, ratificó la supremacía, se quedó con la victoria por 1 a 0 con el gol del capitán Gabutti y empezó la fiesta.

El “dragón” jugó un torneo brillante, ganó doce partidos, empató dos y perdió dos. Las derrotas se dieron en el arranque del certamen ante Urquiza y en la semifinal de vuelta ante El Fortín de Olavarría, en una serie que estaba definida porque había ganado 5 a 0 de local y Damián García puso un mix entre titulares y suplentes. Con la bandera de Gabutti, el equilibrio del tándem Server-Murno, el juego de Zamorano y los goles de Parra, Kimberley le puso el broche de oro al proyecto de cinco años con el tan ansiado ascenso al Torneo Argentino B.

Seis días más tarde, el 25 de mayo, Quilmes gestó su propia revolución. En un Estadio “Once Unidos” colmado, los dirigidos por Leandro Ramella tuvieron juego y corazón para cerrar con autoridad la serie ante San Martín de Corrientes por 3 a 1 y desatar la fiesta de la espuma. El pueblo “cervecero” retornaba a la Liga Nacional en un año donde se armó de una manera más austera y el objetivo principal no era el ascenso.

Además de regreso a la máxima categoría, el paso por el TNA le sirvió a Quilmes para terminar de asentar a una de las piezas claves, el juvenil base Luca Vildoza. También fueron importantes los aportes del experimentado Maxi Maciel, la brillante temporada de Lucas Ortiz, las apariciones, con altibajos, de Maxi Ríos y el nivel del hasta ese entonces desconocido Gastón Essengue. El corazón del equipo fue Gregorio Eseverri, el jugador más identificado con la gente por su garra y actitud.