Perito afirmó que Novoa era “dependiente de Farías” porque le proveía droga

Profesionales coincidieron en que tenía disminuida la capacidad reflexiva por la droga. La exnovia de la víctima dijo que los amigos discutieron la noche anterior.

El juicio a Juan Ignacio Novoa sigue dando que hablar en los pasillos de tribunales. Foto: 0223.

23 de Octubre de 2014 19:54

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los peritos propuestos por la defensa que declararon este jueves coincidieron en que Juan Ignacio Novoa tenía su conciencia alterada y poca capacidad de reflexión, a la vez que veía a la víctima como una amenaza. Si bien consideraron “imprudente” decir que tenía el juicio crítico anulado, sostuvieron que no podía imaginar la consecuencia de sus actos.

La tercera audiencia del juicio que investiga el crimen ocurrido en enero de 2012 se realizó en la sala del Tribunal Oral 1. Durante tres horas y media los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale escucharon a seis testigos, incluyendo a la exnovia de la víctima que fue la última persona que lo vio con vida.

En primer turno declaró el abogado Diego Fernández, hermano del defensor del imputado por encubrimiento agravado. Relevado de su secreto profesional, detalló el encuentro que mantuvo con Adrián Galluzo luego que éste ayudara a Novoa a tirar en un descampado los restos desmembrados de Walter Farías.

Luego de relatar parte del historial de causas penales y recaídas de Galluzo, Fernández indicó que esa tarde el imputado le contó que había ayudado a un amigo a trasladar restos humanos en un flete alquilado. El profesional dijo que el relato tenía incoherencias propias del abuso de drogas. “Me dijo que no había visto el cuerpo ni restos de sangre”, contó. Sin embargo, a los pocos días se hallaron los restos y el abogado le sugirió que se presentara a declarar ante la Justicia.

El testimonio de la hermana del imputado por encubrimiento agravado recreó sus idas y vueltas con las drogas. Florencia Galluzo dijo que su hermano consumía cocaína, ketamina y marihuana. “Desde adolescente andaba con Juani, eran amigos”, recordó y mencionó que estaban en una situación muy parecida en cuanto a la adicción.

La exnovia de la víctima dijo que era "bueno con ella", pero a veces "se obsesionaba y era molesto".

Luego de la postergación del día anterior, el Tribunal pudo escuchar a María José Monzón. La última pareja de Farías –detenida por otro hecho en la Unidad Penal 50- comenzó a declarar de manera dubitativa. Luego de las consultas por parte del juez Viñas y de que se le informara que esta declaración no tenía influencia alguna en la otra causa, la joven respondió de modo más firme el interrogatorio del fiscal.

Monzón recordó que la última vez que lo vio a Farías con vida estuvieron recorriendo algunos bares tomando cocaína hasta que decidieron pasar la noche en la casa de Novoa. Dijo que si bien la víctima “era bueno” con ella, a veces “se obsesionaba y era molesto”; y destacó que esa jornada estaba violento.

“Cuando estábamos en la casa empezamos a discutir y Walter me agarró fuerte del brazo, por lo que me defendí”, contó, y precisó que Novoa “se tuvo que meter” para separarlos y le pidió que no la tratara así. “Después de eso me fui en taxi a mi casa, hablé por teléfono al otro día y me cortó, y no supe nada más hasta que me fue a buscar la brigada (DDI)”, explicó.

 

Testigos claves para la defensa

Desde el inicio del juicio la defensora oficial Carla Auad sostuvo que no se cuestiona la autoría del crimen, pero que sí plantearían el estado que –a causa de su adicción- tenía Novoa al momento de los hechos. Las declaraciones de los dos testigos de parte que se presentaron este jueves fortalecieron esa línea de trabajo, a diferencia de lo que había deslizado el informe de los peritos oficiales.

En primer lugar lo hizo la perito Edda Lezcano, quien tuvo cuatro encuentros con Novoa después de su detención. Según su evaluación, el imputado tenía “un serio déficit de juicio crítico, por lo que no alcanzaba a imaginar las consecuencias de los actos” y remarcó que “tenía un pobre control de impulsos porque no había reflexión”.

Si bien afirmó que “estaba disminuida la anticipación de conducta”, ante la  consulta del fiscal Juan Pablo Lódola dijo que “sería imprudente decir que tenía anulado totalmente el juicio crítico” y que la decisión de ocultar los restos obedeció a “una actitud de huida”.

Novoa tenía un "vínculo de dependencia con Farías porque era su proveedor de cocaína".

Por su parte, el psiquiatra Francisco Bordón Cueto declaró que se le practicaron estudios a Novoa en los que se confirmó una “disfunción de los lóbulos prefrontales del cerebro” -típica del perfil de los consumidores habituales de cocaína- “con una disfunción que no permitió antes y después del hecho una función ejecutiva correcta”.

El profesional indicó que el imputado “tenía un vínculo de dependencia con Farías porque era su proveedor” de cocaína y que “tenía una visión paranoide donde lo veía como una amenaza”.

La primera semana de audiencias se cerrará este viernes con dos testimonios importantes: la declaración del segundo imputado Adrián Galluzo y el del fletero que realizó el traslado de los restos de Farías. Para el día lunes están previstos los alegatos de las partes.