Un casino que no solo traga monedas: se hunde una sala por falta de mantenimiento

Con una estructura de cuatro décadas de existencia y años de escasa inversión, autoridades del casino debieron prohibir el acceso al área de tragamonedas y buscan un rápido traslado de las mismas para el verano.

El casino sufrió en 2001 un incendio que aún ocasiona problemas. (Foto Ecos Diarios)

16 de Diciembre de 2014 17:00

Por Redacción 0223

PARA 0223

El casino histórico de Necochea, situado sobre la costanera de la localidad, vive horas de zozobra. Su estructura, de al menos cuarenta años, se encuentra muy deteriorada. La peor parte se la llevó la sala que contiene al medio centenar de tragamonedas que existen en el lugar, un espacio no habilitado para tal fin y que ahora sufre un gravísimo hundimiento.

Las autoridades debieron prohibir el ingreso a cualquier persona porque el piso se desplazó 20 centímetros hacia abajo, según le confirmó a 0223 el secretario adjunto de la Asociación de Empleados de Casino, Gabriel Delgado, presente en Necochea en una reunión con el secretario de Obras Públicas municipal, Carlos SamprónLa intención de apuntalar la estructura dañada ya se inició, pero es una tarea que conllevará una problemática no menor: retirar las máquinas, que tienen un peso de entre 50 y 70 kilos cada una y están justamente sobre el piso en donde nada ni nadie más puede apoyarse.

Las causas de este deterioro no sólo provienen de una evidente falta de mantenimiento. Esa zona del complejo actuaba como pasillo entre la confitería y la sala principal del casino, que luego de prenderse fuego en 2001 quedó deteriorada como consecuencia de las llamas y del agua que se arrojó. Nunca habilitada para sostener máquinas, la base de la estructura comenzó a soportar mucho más peso de lo habitual hasta que llegó el momento en que las vigas no aguantaron más y literalmente se partieron, lo que dejó a las tragamonedas de costado.

Delgado confirmó que el casino aunque dependa de la Lotería de la provincia de Buenos Aires, funciona desde hace años con un contrato de mantenimiento que quedó a cargo del municipio. Ediventemente, la comuna no pudo sostener la inversión. En esa línea, anticipó que ese vínculo vence en 2016 y en tal sentido, auguró: “veremos si vuelve a Provincia el manejo total del establecimiento”.

Debido a este desplazamiento, municipalidad y la Asociación de Empleados de Casinos elaboran por estos tiempos un estudio técnico para analizar el estado de la estructura del edificio y, particularmente, del sector más averiado. Más allá de estos trabajos preliminares, la comuna indicó que la obra más urgente “es de una dimensión que las arcas municipales permiten garantizar”. 

Por lo pronto, además de la clausura del lugar, se colocaron diez parantes en el exterior y se procederá a reforzar la losa hundida. Después de eso, se deberán trasladar las tragamonedas, cuestión para la cual no hubo pérdida de tiempo y ya se definió un sector: la planta baja. Esta definición provino del interés de los propios trabajadores, ya que en esa dependencia, durante los veranos, se desempeñan al menos 150 personas. “La sala de juegos y el resto del edificio funciona con normalidad, no corre riesgo ningún puesto laboral”, aseguró Delgado al respecto.

Por su parte, Jesús Aguiar, delegado gremial de la Asociación de Empleados de Casinos, afirmó: “el edificio está en un momento crítico pero hay una decisión de paliar la situación de temporada y luego tomar medidas de fondo”. En ese sentido, ratificó una de las causas de esta clausura: “sucedió porque el área donde están las traga modenas tenía otro fin, no el ser una sala de maquinas para que la gente juegue”.