Así fue el final de Arquímedes Puccio en "Historia de un clan"

La miniserie Historia de un clan emitió su último capítulo cerrando un ciclo exitoso,  donde volvieron a mechar imágenes reales con ficción. Arquímedes (Awada) y sus hijos Maguila (Nazareno Casero) y Alejandro (Chino Darín) son detenidos. Sin embargo, insistieron con su inocencia hasta el final.

Epifanía (Cecilia Roth), presa, recibía la visita de sus hijas Adriana (Rita Pauls) y Silvia (María Soldi), quienes le pedían que dijera la verdad. Ellas, además, estaban recluidas en su casa por el rechazo de los vecinos y la persecución de la prensa.

A poco de salir de prisión con arresto domiciliario, Puccio hace un llamado a su mujer para encontrarse con sus hijos. "Los quiero ver, quiero reunir a la familia", pide. Del otro lado, sin embargo, sólo hay silencio. Una vez afuera se encuentra con la soledad que supo cosecha.

En una charla con un periodista, Arquímedes responde sobre su situación: "Solo está el que no tiene sueños. "Todos tenemos un enano en la cabeza que nos dice qué tenemos que hacer, nadie es realmente dueño de sus actos. La gente cree que puede elegir pero no es cierto. El enano te dice lo que tenés que hacer. Todo depende de él. Tu destino lo dicta el enano", le comenta al hombre parado al pie de su cama, a punto de morir. 

"¿Entonces no se hace cargo de lo que hizo?", le repregunta el reportero. Pero él se lava de culpa y cargo."Las víctimas fuimos mi familia y yo. Fue el enano"