El adiós a Luis Raúl Cardoso, símbolo y gran testigo marplatense del fútbol argentino
A los 86 años, falleció el exdefensor de Independiente, Boca y la Selección argentina, con la que fue campeón del Sudamericano del ´59 ante el Brasil de Pelé. Su recuerdo y testimonio.
La historia del fútbol de Mar del Plata perdió en las últimas horas a uno de sus más grandes exponentes: Luis Raúl Cardoso. A los 86 años, falleció el exdefensor que fue testigo privilegiado de una época estupenda del deporte más popular de los argentinos.
Cardoso se destacó entre las décadas del ´50 y ´60 como un zaguero central atípico, en contraposición a la rudeza de sus colegas defensores. Le gustaba ser prolijo en la salida, sin revolear la pelota y con fair play para frenar a los delanteros. Su estilo no pasó desapercibido, y por eso llegó a jugar en grandes como Independiente y Boca, además de la Selección nacional.
Nacido en el barrio Nueva Pompeya, sus inicios en el fútbol fueron en los "picados" entre amigos del Instituto Peralta Ramos al que asistía, y en el club Pompeya de la zona donde habitaba. Pero a los 15 años fichó para el Independiente local, también del barrio pero con mayor preponderancia y habitual animador del fútbol marplatense.
Tras jugar para la Selección marplatense en 1948, con 19 años dio el salto grande a Independiente de Avellaneda. En el "Rojo" compartió equipo con otro marplatense, Roberto "Turco" Saba. Y tuvo de compañeros a una delantera inolvidable e histórica para ese club y la Selección nacional: Rodolfo Micheli, Carlos Cecconato, Carlos Lacasia (luego Ricardo Bonelli) , Ernesto Grillo y Osvaldo Cruz. Estos fueron convocados inéditamente en conjunto para Argentina y deslumbraron en un amistoso ante Inglaterra en el Monumental, en 1953 (3-1, con gol histórico de Grillo) y España (1-0).
Cardoso en Independiente en 1952, de pie, el tercero de derecha a izquierda.
Cardoso dejó el fútbol argentino para pasar en 1954 al Palmeiras de Brasil, donde disputó 14 encuentros. En 1955 estuvo cerca de ser contratado por River Plate. Entrenó un mes, pero se fracturó un brazo y terminó jugando en Tigre.
En 1956 fue su despegue: transferido a Boca Juniors, y citado por primera vez para la Selección argentina, por Guillermo Stábile -delantero de Argentina subcampeona del mundo en 1930- para disputar el Campeonato Panamericano de México, una especie de Copa América de hoy que solo tuvo 3 ediciones. La Selección fue invicta (2 victorias, 3 empates) pero terminó segunda detrás de Brasil. En diálogo con este periodista para la Revista "La Posta" (2004, Instituto DeporTEA), Cardoso recordó su debut con la albiceleste: "Fue contra Costa Rica. Ingresé por Pizarro. Perdíamos 0-3 y lo ganamos 4 a 3 con tres goles de Enrique Omar Sívori. Desde entonces fui titular."
Al regreso, debutó en Boca Junios donde fue compañero con otro marplatense: Herminio "Pierino" González, a quien había enfrentado jugando para Independiente. Allí entabló una gran amistad con el luego fallecido trágicamente Eliseo Mouriño, y presenció el debut de un ídolo "Xeneize" como Antonio Rattín. Ganó algunos clásicos ante River, aunque no pudo ser campeón. En 1960 Alberto J. Armando asumió la presidencia de Boca, prometió armar un "dream team" y el marplatense Luis Cardoso recaló en el desaparecido club Tampico de México.
El título con la Selección en 1959 ante el Brasil de Pelé
Pero antes de dejar el fútbol argentino por segunda vez, Luis Cardoso se dio el gran gusto al ser convocado por Victorio Spinetto para disputar el Sudamericano de 1959 en Buenos Aires. La Selección había vivido una bochornosa eliminación el año anterior en el Mundial de Suecia, y en AFA buscaron que el certamen reconcilie al público con el elenco nacional. Lo cierto es que Argentina se quedó con el título, tras igualar 1 a 1 (el empate le alcanzaba) con el Brasil de Pelé, Garrincha y Didí campeón del mundo. Cardoso recordó a este periodista: "Brasil nos estaba dando un ´peludo´ bárbaro. Me llama Spinetto -entrenador- y me dice ´Muévase, Luis, que Griffa está golpeado´. Yo ni quería entrar. Veía cómo jugaban los ´morochos´ y daba miedo". Y cerca del final, el marplatense tuvo una acción destacada ante el mejor futbolista del momento: "Pelé bajó una pelota con el pecho, y cuando iba a rematar, se la saqué del ´buche´", reseñó con una sonrisa. Así, se sacó una espina: en 1951 había sido preseleccionado para enfrentar a Inglaterra en Wembley, pero quedó afuera de aquel partido.
Su retorno al fútbol argentino fue a Atlanta, donde terminó de hacer el curso de técnico y dirigió a la vez. Cardoso comentó en aquella entrevista algo poco conocido: fue precursor en el país de jugar con la ley del off side, es decir, sacar a la defensa coordinadamente para dejar a los delanteros en posición prohibida: "Había venido un equipo húngaro a cancha de Boca, y cuando tiraban la pelota contra su defensa, todos quedaban adelantados. Se lo comenté a Osvaldo Zubeldía y la pusimos en práctica". Justamente Zubeldía, luego multicampeón con Estudiantes de La Plata como entrenador, aplicó esa "picardía táctica" y quedó como el innovador. "Los primeros partidos eran para la risa. No entendían nada. Hinchas y jugadores festejaban los goles pero se los anulaban por estar en off side", contó Cardoso.
Cardoso, en un Boca-River en La Bombonera.
El retiro
Luis volvió a Mar del Plata para jugar en 1968 para San Lorenzo en el Promocional, antesala del Torneo Nacional. Y en el verano de 1969, con la Selección marplatense, jugó sus últimos compromisos. La despedida fue con un histórico 2-1 ante Palmeiras de Brasil, donde jugaba el temible Luis Artime. "Terminé el partido y dije ´ya está, cuelgo los botines´. Y así fue. Entré al vestuario del estadio San Martín, até los cordones y los colgué de la pared. Tenía 39 años y a pesar de mi buen estado físico, preferí largar", declaró.
*Testimonio: Raúl Cardoso al periodista Francisco Giovanoni en revista "La Posta", Instituto Deportea (2004).
*Fotos: revista "Fútbol, historia y estadísticas" del periodista Pablo Ramírez, editorial Perfil.
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