La denuncia de Thelma contra Darthés impulsó a miles de mujeres y se multiplican las consultas por casos de abusos

Durante toda la semana no se habló de otro tema. Desde que la actriz Thelma Fardin se animó a denunciar en la justicia y públicamente a Juan Darthés, a quien acusa de haberla violado cuando tenía apenas 16 años, muchas mujeres pudieron romper el silencio y ello se vio reflejado no sólo en las redes sociales o en los programa de televisión -la modelo Mary del Cerro contó que fue abusado en pleno “Bailando por un sueño”-, sino también puertas adentro de las entidades que ayudan y asisten a sobrevivientes.

Ese el caso de la ONG En Red, que desde hace años se dedica particularmente a la prevención del abuso sexual y asiste a quienes sufrieron algún tipo de violencia. “Desde un día antes de que hiciera pública la denuncia de Thelma, cuando ya se empezaba a hablar de lo que finalmente sucedió, recibimos consultas de forma intensificada”, contó su presidenta, la licenciada Patricia Gordon, quien señaló que las damnificadas se comunican por vía telefónica o, directamente, a través de las redes sociales.

Según explicó la psicóloga, ese se debe a que “las mujeres se ven reflejadas en ese relato, en ese discurso y, en muchos casos, les remueve el dolor porque ocurre una suerte de identificación; recuerdan lo que habían querido olvidar”. “Al verlo enfrente, delante de sus ojos, lo que tenían sepultado, reprimido, negado, aparezca. Además, ayuda a que se rompa el miedo. 'Si ella lo hizo, a mi también me van a ayudar, a acompañar', piensan. Esto impulsa a que las denuncias aumenten, no sólo en Mar del Plata, sino en todo el país”, analizó.

Ante la revelación de un hecho de abuso, dijo Gordon, es fundamental que se les crea a las víctimas, se las acompañe y, si es necesario, se la derive por los canales correspondientes para que reciba asistencia. “Ese acompañamiento -destacó- no es sólo desde lo terapéutico, sino también de parte de otras mujeres que han pasado por lo mismo o que luchan por los derechos de las mujeres”.

Frente a este panorama, Gordon reparó en que quedan en evidencia que son parte de “reclamo histórico” del sector y puntualizó: “Las operadoras de los espacios estatales no dan a basto, como tampoco damos a basto las ONG's”. “Lo positivo de que estas denuncias hagan es que ayuda a que otras mujeres rompan el silencio, pero esto tiene que comprometer al Estado a hacerse cargo de lo que nos está pasando a las mujeres en la sociedad. Están esos relatos pero, ¿quiénes vamos a asistirlas, a acompañarlas? Más allá del movimiento de mujeres y de las ONG's, el Estado tiene una responsabilidad que evidentemente no está cumpliendo”, subrayó.

Por último, en cuanto a cuál es el rol del varón ante estas denuncias, la psicóloga consideró que debe ser de “acompañamiento”. “Históricamente los varones han gozado de muchos privilegios y creo que tienen que cuestionárselos, sin juzgar ni cuestionar, y tampoco pretender ser protagonista”, dijo por último.