La Iglesia pidió que "las políticas de ajuste no se practiquen sobre los pobres"

Fue en el cierre de la Semana Social 2018. "La pobreza debe estar en el centro de las preocupaciones de la democracia", remarcaron desde el Obispado local y la Comisión Episcopal de Pastoral Social.

24 de Junio de 2018 19:15

Por Redacción 0223

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Con el lema “Democracia, un camino de servicio a los pobres” se realizó en Mar del Plata la Semana Social, organizada en forma conjunta por el Obispado local y la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Desde el viernes pasado hasta este domingo se puso como centro de preocupación y debate la deuda social de la democracia con los pobres.

En los paneles desarrollados durante última jornada se resaltó la urgencia de encontrar caminos de reparación para la exclusión y la marginalidad creciente de millones de argentinos, así como la responsabilidad de las instituciones democráticas en la promoción de políticas de inclusión, empleo y protección.

La pobreza debe estar en el centro de las preocupaciones de la democracia, se enfatizó durante las deliberaciones, donde también se pidió que las políticas de ajuste no se practiquen sobre los pobres.

Con el eje en una más equitativa distribución de la riqueza, se recordó reiteradamente la necesidad de la aplicación de nuevas normas éticas sobre el sistema financiero, a la luz del reciente documento "Oeconomicae et pecuniariae quaestiones” (Las Cuestiones Económicas y Financieras).

A lo largo de los tres días, participaron representantes del ámbito institucional, político de distintos espacios partidarios, sindical, entidades empresarias, movimientos populares, delegados de diversas pastorales nacionales, equipos diocesanos y dirigentes de las organizaciones de la sociedad civil. Asimismo, durante el primer día, se realizó el encuentro de jóvenes del Programa Nuevos Dirigentes.

Compartieron ideas y opiniones sobre varias cuestiones vinculadas al cuidado de los derechos humanos que dan contenido a la democracia, con sus valores de justicia, verdad e igualdad de oportunidades. 

También se denunciaron las políticas que estimulan la explotación indiscriminada de la naturaleza, causando daños irreparables a la “casa común” bajo el predominio de un sistema tecnoeconómico regido por el lucro y despojado de toda responsabilidad social.

Con la mirada agradecida por los 35 años en Democracia, pero con la preocupación por las asignaturas pendientes, los paneles también se interrogaron sobre la deuda que la política tiene con los pobres, en especial con los menores sometidos a los flagelos del desamparo, del trabajo infantil, la explotación y la trata de personas.

La misa de clausura fue presidida por monseñor Jorge Lugones, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y se realizó en el mismo hotel 13 de julio.