El desafío de conciliar la vida laboral y la personal

A nivel mundial crecen las enfermedades vinculadas al mundo del trabajo, en algunos países la muerte por exigencia laboral ya es una preocupación de los gobiernos. En Mar del Plata, empresas nucleadas en FortaleceRSE implementan programas y talleres para mejorar la calidad de vida laboral.    

12 de Abril de 2019 20:34

Encontrar el equilibrio entre la vida laboral y la personal suele ser un desafío difícil de abordar. La lógica demandante que adquirió el trabajo en nuestra sociedad, la internalización de esa exigencia que hicieron los trabajadores y la necesidad de encontrar cada vez más empleos para subsistir generan efectos negativos en la salud de las personas.

En este marco, hace pocos meses en el Hotel Uthgra Sasso, FortaleceRSE organizó el taller “Conciliación Vida Personal - Vida Laboral”, del que participaron mandos medios y directivos de 27 empresas de Mar del Plata. El encuentro contó con la exposición de Paula Iacaruso, responsable de Recursos Humanos de Open Sports.

“Somos conscientes de la necesidad de equilibrar la vida laboral y la personal”, sostuvo Iacaruso; por tal motivo desde Open Sports se implementan beneficios para sus colaboradores: “Se ofrece flexibilidad horaria y extendimos las licencias por maternidad, paternidad, adopción y casamiento”. Además se estimula la promoción y continuidad del estudio a través del pago de maestrías y posgrados “que se realizan dentro del horario laboral”. También se trabaja concursos y talleres para estimular el trabajo en red y el liderazgo positivo.

La firma tiene 60 locales en todo el país, de los cuales 10 están en Mar del Plata. Más de 600 personas trabajan en esta empresa, por lo cual en el marco del programa de RSE resulta necesario apuntar a mejorar la calidad de vida laboral, implementando beneficios para los trabajadores. Estas estrategias ayudan a combatir una problemática que crece a nivel mundial.

 

La salud y el trabajo

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que en las últimas décadas, la globalización y el progreso tecnológico han transformado el mundo laboral "introduciendo nuevas formas de organización del trabajo, relaciones y modelos de empleo y contribuyendo al aumento del estrés y los trastornos asociados al mismo”.

En esta misma línea, en el tercer Congreso de las Américas sobre Factores psicosociales, estrés y salud mental en el trabajo, celebrado en Rosario en 2018, se concluyó que “el diagnóstico y la visibilidad del padecimiento mental, incluyendo la depresión, los trastornos de la ansiedad, el estrés agudo y los desórdenes por estrés postraumáticos, se vinculan con las condiciones de trabajo”.

No puede pasarse por alto que cuando se vive una crisis económica como la que actualmente enfrenta Argentina, el dinero no alcanza y millones de personas no sólo no llegan a fin de mes, sino que encuentran serias dificultades para alimentar a sus familias. En este contexto podría resultar irrelevante la conciliación entre la vida laboral y la personal, sencillamente porque si no se trabaja en exceso no se puede vivir dignamente. Sin embargo, hay que destacar que, más allá de las crisis económicas, existe un sistema que tiende exigir mayor disponibilidad a los trabajadores, generando graves consecuencias en la salud de las personas.

Para la OIT, además del miedo a perder sus empleos, los trabajadores que permanecen en sus puestos deben enfrentar la exigencia de “mayor flexibilidad y la realización de nuevas tareas, por lo que deben enfrentar mayores cargas de trabajo y de horarios, falta de control y ambigüedad de roles”.

 

"Muriendo por un salario"

Ese es el título del último libro de Jeffrey Pfeffer, un profesor de la Escuela de Postgrado de Negocios de la Universidad de Stanford especialista en relaciones laborales, en el cual argumenta que el sistema de trabajo actual enferma e incluso termina con la vida de las personas.

Para ello analiza datos del sistema de salud y realiza entrevistas que permiten confirmar que “las largas jornadas laborales, los despidos, la falta de seguro médico, el estrés provocan una enorme inseguridad económica, conflictos familiares y enfermedades”. Finalmente Pfeffer sostiene que “el trabajo se ha vuelto inhumano” y que en muchos casos las empresas “se han desentendido de la responsabilidad que tienen con sus empleados”.

Este fenómeno no es exclusivo de un solo país. Se suele decir que la disciplina japonesa para el trabajo es envidiable, sin embargo la muerte por exceso de trabajo, es un fenómeno social reconocido en Japón desde 1987, cuando el ministerio de Salud empezó a recopilar estadísticas. De hecho existe una palabra para definir este tipo de muertes: Karoshi.

Según el Ministerio del Trabajo de Japón, en 2015 fallecieron 2.310 por enfermedades vinculadas al trabajo. Una de las explicaciones para este fenómeno es que durante muchos años los japoneses eran los que tenían las jornadas de trabajo más largas del mundo y una exigencia desmedida hacia los empleados.

Desde la perspectiva de la OIT, la protección de la salud mental en el trabajo tiene más impacto si se centra en estrategias preventivas. Para ello, que las empresas asuman el problema e implementen estrategias como las propuestas por Open Sports y otras compañías que conforman FortaleceRSE pueden ser acciones preventivas para combatir esta situación.