¿Qué pasó con el proyecto para que vuelvan los bares y restaurantes a Alem?

A un año de su presentación, la concejal Cristina Coria, autora de la propuesta, señaló que no hubo consenso para avanzar en la idea que buscaba "darle una nueva oportunidad" a la zona.

28 de Abril de 2019 12:04

Por Redacción 0223

PARA 0223

La concejal de la Unión Cívica Radical Cristina Coria presentó en abril de 2018 un proyecto que buscaba impulsar la reapertura de los restaurantes, cafeterías, parrillas, pizzerías y casas de picadas en la zona de la calle Alem. Sin embargo, a un año de la presentación, el plan quedó trunco debido a la falta de tratamiento.

En diálogo con 0223 Radio, la edil aseguró que el proyecto "no tuvo un consenso suficiente para avanzar". "La comisión de Obras lo aprobó, pero en la comisión de Legislación hubo varios debates y no se resolvió. Por el momento el proyecto no avanzó", explicó Coria. "Dado el cambio de usos y costumbres que hubo, queríamos ver si se le podía dar una nueva posibilidad. Pensamos que es un aporte para una calle muy interesante y comercial que tiene problemas de inseguridad, con cuadras oscuras", argumentó.

En 2011 el gobierno municipal que encabezaba el exintendente Gustavo Pulti puso en vigencia las ordenanzas Nº 20397 y Nº 21040 que limitaban las actividades para un sector de la calle Leandro N. Alem y sus adyacencias, en un escenario de conflicto entre vecinos y los comerciantes. En referencia a la vigencia de las referidas ordenanzas y a su proyecto, la concejal detalló que "la propuesta era hacer una prueba piloto, lejos de querer volver al desorden y al descontrol que hubo en la zona hace más de una década", y posibilitar, en aquellos establecimientos donde hubo alguna reglamentación comercial para gastronomía, la habilitación de rubros muy específicos, con un tope horario hasta las 2 de la mañana.

Al respecto, la referente de la UCR reconoció que Alem "fue una zona de altísimo descontrol" y que le provocó numerosos inconvenientes a los vecinos que residían en la zona. "Era una actividad gastronómica con un uso desvirtuado y con una actividad nocturna fuera de control que había hecho imposible la vida de los vecinos", indicó y que además, existió un mal uso de las habilitaciones sancionadas: "Para poder controlar eso se generaron prohibiciones muy amplias. Una cafetería no tiene nada que ver con un boliche. Se prohibió todo y solo siguieron funcionando algunas actividades gastronómicas que nunca, a lo largo de los últimos 15 años, habían dado de baja su habilitación".