Alvarado perdió en el final y se vuelve lleno de bronca

Si bien no fue tan evidente como lo de Méndez Cedro en Villa Ramallo, lo de Lucas Novelli Sanz en Río Cuarto sembró dudas, generó enojo en la gente de Alvarado y le dio una mano gigante a Estudiantes de Río Cuarto que le dio vuelta el partido al "torito", le ganó 2 a 1 y se encamina al ascenso a la Primera B Nacional. El conjunto de Mauricio Giganti deberá ganar los tres partidos que le quedan y esperar otros resultados si quieren lograr el ascenso de manera directa.

Alvarado en el primer tiempo hizo negocio. Porque le costó mucho tener la pelota, Estudiantes de Río Cuarto fue dominador, generó ocasiones pero no pudo con la humanidad de Matías Degrá y la defensa marplatense. Pero como contrapartida, fue incisivo en la única jugada clara que tuvo a los 8' y tomó ventaja, hizo aún más grande la presión para el local y jugó con eso. Pese a que Lucas Novelli Sanz se las ingenió para inclinar la cancha hacia el arco visitante, cobrando permanentemente faltas y llenando de tarjetas a los jugadores de Giganti.

El arranque fue como se esperaba, con el local tomando la iniciativa, encabezando los ataques con Cabrera y desnivelando con la potencia de Sepúlveda. Sin embargo, en el primer ataque a fondo, el "torito" abrió el marcador. Se juntaron por derecha, le quedó la pelota a Matías Caro y el lateral derecho hizo gala de su excelsa pegada con un remate cruzado, bajo, lejos de las posibilidades de Peralta. De ahí en adelante, fue casi todo del "León". Alvarado, agazapado, cuando podía salía rápido o intentaba manejar la pelota para sacarle ritmo al juego. Un tiro libre alto se le escapó a Degrá y en el rebote definieron, cruzó todo el arco y se perdió por el otro lado. El arquero se repuso con un gran achique mano a mano ante Cainello y Caro "metió otro gol", sacando sobre la línea lo que era el empate de Sepúlveda. El resto fueron intentos más desesperados y con empuje que claridad del dueño de casa que iba apurado por su gente. El final del primer tiempo le dio aire y tranquilidad al "torito" que tenía gran parte del objetivo cumplido.

Vázquez metió mano en el descanso con dos cambios y se fue con todo para adelante el local. Y le dio resultado a los 6', cuando el ingresado Ferreira se elevó y metió un cabezazo certero para vencer a Degrá y poner el 1 a 1. El juego cambió, Alvarado se adelantó un poco más y se hizo de ida y vuelta, el "torito" encontró chances de contra que no pudo cristalizar, mientras que el local también tenía sus ocasiones para desnivelar. Giganti reforzó el medio con Stefanato y logró matener el partido lejos de su arco, con personalidad, sabiendo que el empate no era un mal resultado.

La única posibilidad que tenía el local, era a través de una pelota parada. Y Novelli se la regaló. Molina peleó un rebote y el árbitro inventó una falta en el borde del área, llegó el centro, la bajaron al medio y Bruno Sepúlveda controló y definió para darle el 2 a 1 que desató el escándalo. Porque los jugadores de Alvarado se sacaron, porque el entrenador Vásquez se metió en la cancha a "festejarles" el gol y generó la reacción de todos. Encima, después de estar siete minutos el partido parado, el árbitro adicionó 6 (faltaban 3' del tiempo regular) y desató aún más bronca de los visitantes. Otra vez ganó Estudiantes, otra vez con polémica y se encamina al ascenso.