Por primera vez, en Zona Sanitaria VIII trabajan una travesti y un varón trans

Es en el marco de la ley Diana Sacayán. “Cada puesto laboral que se genera de esta manera es una revolución”, advierten desde el colectivo de personas travestis y transexuales. Se mantiene el reclamo por la ley del cupo a nivel nacional y la reglamentación de la ordenanza en el Partido de General Pueyrredon.

3 de Noviembre de 2020 14:30

 

Por primera vez, dos personas travesti y trans ingresaron a trabajar en Zona Sanitaria VIII en el marco de la ley 14.783, también conocida como ley Diana Amancay Sacayán, que establece que debe garantizarse en el sector de la administración pública un cupo mínimo del 1% de la totalidad de cargos y contratos para personas travestis, transexuales y transgéneros. De esta manera, desde el lunes, una mujer travesti trabaja en el área administrativa del organismo sanitario, mientras que un varón trans cumple funciones en el sector de farmacia, lo que supone un hecho trascendental para una población que históricamente fue marginada y criminalizada.

Sofía Barra Vázquez tiene 33 años, en 2019 terminó el secundario con el plan Fines y este es su primer empleo formal. “Recién estoy aprendiendo. Para una que viene de otras vidas y de otras realidades, tener un trabajo en blanco es increíble”, dice. El domingo casi no durmió de los nervios. “Está bueno que no den posibilidades, poder trabajar, sentirnos útiles”, agrega.

“Para nosotras, las travestis y las trans, que hemos estado históricamente negadas al mundo del trabajo formal, cada puesto de trabajo que se va consiguiendo en el marco del cupo es una revolución”, dijo por su parte Agustina Ponce, integrante de la Asociación Civil por un Mundo Igualitario (AMI). En ese sentido, reparó en que esa revolución alcanza no sólo a aquella persona contratada, sino también a sus nuevos compañeros de trabajo, que empiezan a “derribar prejuicios, preconceptos y a generar más inclusión”. “Hay todo un fantasma alrededor de nosotras que hace que la sociedad nos mire con recelo”, reconoció en diálogo con 0223.

Sofía tiene 33 años y es la primera vez que accede a un empleo formal.

En ese sentido, Ponce remarcó: “Cuando empezamos a mirar los números o vemos en nuestras propias redes sociales que todos los días una compañera que muere a muy temprana edad, este tipo de hechos son sumamente importantes. Las que superamos los 35 años nos decimos sobrevivientes al sistema machista, patriarcal y prostituyente”.

La ley Diana Sacayán fue aprobada en el 2015 pero recién ahora comienza a implementarse. A eso se suma que, a través del decreto 721/2020, el presidente Alberto Fernandez estableció el cupo laboral travesti trans en el sector público, que garantiza un mínimo del 1% de la totalidad de cargos y contratos para personas travestis, transexuales y transgénero, una medida fundamental para la vida de las personas que integran el colectivo y que tienen una expectativa de vida de entre 35 y 40 años. 

Sin embargo, aún el colectivo sigue reclamando por una ley nacional de cupo e inclusión laboral travesti - trans, tanto en el sector público como en el privado. Si bien el proyecto ya tiene dictamen de mayoría para que se trate en la Cámara de Diputados, temen que el contexto de pandemia dilate su tratamiento y el tema quede postergado. 

Otro de los pedidos del sector tiene que ver con la reglamentación de la ordenanza 23.237, sancionada en 2017 y que también prevé un cupo del 1% para personas travestis y trans que quieran trabajar en dependencias municipales del Partido de General Pueyrredon.  “El cupo es una  herramienta que nos vuelve mejores como sociedad, que nos hace una sociedad más justa para que todos podamos mirarnos desde diferentes ópticas, sin prejuzgarnos ni asociarnos a la marginalidad que, si bien existe, es producto de la construcción social en la que vivimos”, aseveró Ponce por último.

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