Eso que llaman amor, es trabajo comunitario

En distintos puntos del país algunas mujeres llevan a diario diversas tareas no reconocidas, me refiero a aquellas que realizan tareas de cuidado y servicios sociocomunitarios, que abarca desde el cuidado de niñxs y tareas domésticas, también las tareas del trabajo formal o informal, y además acciones de organización comunitaria en comedores y merenderos que ahora, en épocas de pandemia, se les ha sumado también el cuidado sanitario.

Las trabajadoras de la economía popular llaman a esta labor la “triple jornada laboral”, porque son tareas que permanecen en la mente de las referentes sociales a lo largo de toda su vida, y afectan directamente al cansancio mental y físico. Es también un trabajo no reconocido, porque en un intento de la sociedad de nombrarlo como un acto de amor, se establece que una vez más las mujeres deben ser las responsables de contener la situación de crisis, sin recibir un sueldo por eso.

Mantener en pie un comedor o merendero no es tarea sencilla, requiere de lavar, procesar y cocinar los alimentos, de conseguir cada día lo necesario como la leche, el cacao, las cebollas, los fideos y demás artículos necesarios para armar una comida. También requiere de mucha organización colectiva, para calcular cuánta comida hacer y a qué hora debe estar lista. Por otro lado, la esterilización, uso de barbijos, guantes y desinfección de las cosas que cada vecinx se lleve a su casa debe ser realizado también con gran responsabilidad.

 

Hoy se está evaluando un proyecto de ley presentado por el Diputado Nacional del Frente de Todxs, Leonardo Grosso, conocido como “Ley Ramona”, en conmemoración a Ramona Medina, la referente de la Villa 31 que luego de denunciar sistemáticamente la falta de agua en el barrio, murió de Coronavirus.

La ley Ramona busca brindar una asignación para trabajadoras y trabajadores de merenderos y comedores comunitarios durante la emergencia sanitaria en virtud de la pandemia por Covid-19. La misma tiene el objetivo de pagar 5 mil pesos a partir de junio, prolongándose mientras se encuentre vigente en nuestro país la emergencia pública en materia sanitaria.

Esto sin dudas será una victoria para quienes trabajan en este sector,compuesto por el 90% de mujeres, pero sobre todo, es un reconocimiento y una visibilización a este trabajo que se mantiene en pie hace años con el compromiso y la responsabilidad de cientos de Ramonas que en todo el país ponen su granito de arena para sacar a miles de personas adelante.

Estas mujeres no sólo son las responsables de comedores o merenderos, son también las que más saben de la situación del barrio, porque charlan y se empapan de la realidad de sus vecinos y vecinas, porque conocen o perciben casos de violencia de género y por eso, son las que muchas veces brindan herramientas para denunciar, acompañar y contener, a quienes lo padecen.

#LeyRamona para nuestras compañeras.

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