San Martín al óleo y balazos en la pared: buscan reconstruir la historia del Concejo
Desde su inauguración, el 22 de noviembre de 1938, fue escenario de discusiones, peleas que terminaron a los tiros y hasta funcionó como sala de ensayo de la banda de músicos de la Armada durante los gobiernos de facto. Un proyecto busca recuperar y revalorizar cada uno de sus bienes.
El recinto de sesiones del Concejo Deliberante fue, a lo largo de los últimos 82 años, escenario no sólo de debates legislativos, sino también de álgidas disputas que terminaron a los tiros y hasta fue utilizado como depósito durante los períodos de interrupción democrática. Si bien algunos de sus muebles fueron reemplazados, gran parte de los bienes se conservan desde el 22 de noviembre de 1938, día en el que se inauguró el palacio municipal construido por el arquitecto Alejandro Bustillo y en el que funciona el Concejo. Ese mismo año comenzaba la obra de la ruta 2, se inauguraban el complejo de balnearios de Playa Grande y el Parque San Martín, y el 25 de octubre se suicidaba la poetisa Alfonsina Storni.
Sobre la boiserie, justo debajo del histórico reloj, quedó la marca del lugar en el que se encontraba el crucifijo de madera y bronce.
Ubicado en el segundo piso del edificio de Yrigoyen 1627, el recinto posee piso de roble de Eslavonia y raíz de nogal y revestimiento de madera (boiserie) en las paredes, de un metro y medio de altura desde el zócalo. Los bancos de madera del público, el crucifijo de madera y bronce, el reloj y un cuadro con la imagen de José de San Martín pintado al óleo y con marco dorado, son algunos de los objetos que se mantienen desde el comienzo. Otros que fueron cambiados -como las bancas de los concejales-, o trasladados a distintos lugares, como es el caso de un cuadro del General Juan Martín de Pueyrredon, que se encuentra en el Museo José Hernández.
Ahora, un proyecto apunta no sólo a recuperarlos y restaurarlos, sino también a que sean considerados parte del patrimonio histórico de la ciudad. La creación de un “inventario de bienes muebles originales y/o que revistan de carácter patrimonial del recinto” fue el primer paso que dio el presidente del HCD, Ariel Martínez Bordaisco, autor de la iniciativa. Hasta el momento, son 121 los elementos relevados en ese listado.
“El proceso de recuperación histórica consiste en determinar de dónde provino cada bien, de qué época es”, precisó Martínez Bordaisco, y contó que si bien el trabajo quedó paralizado por la pandemia, buscan reactivarlo en el marco de la “nueva normalidad”. La idea es que la revalorización del patrimonio histórico conviva con el proceso de modernización en el que se avanzó en los últimos meses, con la digitalización de la información del Concejo y el inicio de las transmisiones online de las reuniones y debates legislativos.
La enorme tarea quedó en manos de la directora coordinadora de Restauración de Monumentos Históricos del municipio, Costanza Addiechi, quien destacó la importancia de “identificar todos estos elementos que forman parte de la historia de la ciudad o que tienen cierta relevancia para la identidad marplatense”. Su labor comenzó en febrero de este año, con la restauración del mástil que en la década del '90 había quedado en desuso y desde ese momento se encontraba guardado en una baulera. Según sus cálculos, la intervención integral de recinto llevará un largo tiempo ya que contempla no sólo el reacondicionamiento de la boiserie y los cuadros, sino también de los sillones y sus tapizados de cuerina, y del estrado de madera con el escudo argentino en el frente realizado en marquetería, entre otras cosas.
El cuadro de San Martín, en el HCD desde sus inicios, también será restaurado.
En sus ocho décadas de existencia, el recinto prácticamente no recibió un cuidado especial. De hecho, durante los períodos de gobierno de facto era cerrado y lo utilizaban los músicos de la banda de la Armada para ensayar -es un espacio ideal por su acústica-, o directamente era usado como depósito. Incluso, aún sobreviven en una de sus paredes las marcas de disparos de arma fuego que hubo durante una sesión de diciembre de 1974, durante el gobierno del socialista Nuncio Fabrizio, en la que se trató un expediente para la construcción del complejo Bristol Center.
“Había una división muy profunda del peronismo y, a poco de empezar la sesión, comenzaron a plantearse una serie de disturbios. Hasta que alguien sacó un pistolón y disparó. En total, fueron nueve tiros”, recordó el exconcejal socialista Juan Carlos Cordeu, quien estaba presente ese día. También contó que llegó a ver los muebles del Concejo amontonados en los costados del recinto a partir del 24 de marzo del ‘76, cuando el HCD fue tomado por una guardia militar. Cordeu comenzó a trabajar como secretario del Partido Socialista en 1958 y fue legislador por la misma fuerza política durante cuatro períodos: 1966, 1976, 2001 y 2009; los dos primeros, inconclusos por golpes de Estado.
La actual Banca 25 será reemplazada por una de las originales, que se encuentran en el museo de Villa Mitre.
Las bancas de los concejales fueron reemplazadas en el '83, con el retorno de la democracia y las originales se encuentran en el museo de Villa Mitre. Se espera que una vez que se avance con las restauración integral del Concejo, se coloque una de esas en el lugar de la Banca 25. En los bancos de la barra o, incluso, sobre las mismas bancas quedan también registros de protestas que derivaron en incidentes dentro del Concejo Deliberante. Una fue la que protagonizó en 2007 un grupo de fileteros liderados por el dirigente del puerto Roberto Villaola, que tomó las instalaciones para reclamar por su registración laboral.
Si bien el trabajo recién empieza, Martínez Bordaisco ya piensa en la incorporación del espacio dentro del circuito de museos de la ciudad. “La idea es que en el futuro el recinto tenga obras de arte como ocurre en la Cámara de Diputados y todos los marplatenses puedan visitarlas y disfrutarlas”, finalizó.
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