Le dieron la libertad condicional al hombre que atropelló y mató a la familia Nicuez

El Juzgado de Ejecución Penal Nº1 le concedió esta semana la "libertad condicional" a Juan Carlos Belasco, el conductor que atropelló y mató a Eliana Nicuez y sus pequeños hijos Lautaro y Bautista el 12 de abril de 2013, al entender que ya cumplió dos terceras partes de la condena que había dos años más tarde del trágico siniestro.

El juez Ricardo Gabriel Perdichizzi le permitió al hombre abandonar la Unidad Penal Nº15 de Batán pero bajo el cumplimiento de algunas "reglas de conducta", como el hecho de someterse al cuidado del Patronato de Liberados y asumir la "obligación" de presentarse todos los meses frente al organismo una vez que finalice la cuarentena.

En la resolución a la que tuvo acceso 0223, el magistrado también instó a Belasco a "abstenerse de la ingesta de bebidas alcohólicas y del consumo de sustancias psicoactivas" así como de la tenencias de armas de fuego y le exigió que realice un "tratamiento psicoterapéutico".

Perdichizzi advirtió que el condenado deberá "cumplir estrictamente" cada una de las pautas impuestas ya que, en caso contrario, se le revocará el régimen de libertad condicional que le fue concedido y no se computará el tiempo de libertad como parte de la condena, ordenando al mismo tiempo una "detención efectiva en el establecimiento penitenciario".

Para el titular del juzgado marplatense, la medida impuesta en beneficio de Belasco resulta "imprescindible" para poder garantizar "una debida resocialización" dentro de los parámetros correspondientes.

El 28 de abril de 2015, el Tribunal Oral Nº2, a cargo de los jueces Néstor Conti, Alexis Simaz y Eduardo Jiménez, condenó a 8 años de prisión al automovilista bajo los cargos de triple homicidio con dolo eventual. 

En su sentencia, los jueces habían reparado que Belasco "no tuvo dificultad para eludir su responsabilidad", debido a que luego de atropellar y matar a la joven y sus hijos fue hasta la comisaría e intentó hacer una falsa denuncia. 

Meses después del veredicto, en noviembre, el hombre había conseguido el arresto domiciliario pero después de presentaciones que impulsó la familia de las víctimas a través del abogado Maximiliano Orsini se logró que volviera a cumplir su pena en la cárcel, donde permanecía desde principios de 2016.