La crisis de los contenedores

Aunque poco se habla de esta problemática es una de la que más afecta tu bolsillo. Conocé todos los detalles. 

5 de Octubre de 2021 18:08

Por Redacción 0223

PARA 0223

Entre las distintas crisis que surgieron con la evolución de la pandemia en el mundo, hay una de la que probablemente no habías escuchado hablar, que afecta al mundo entero y que tiene impacto directo sobre nuestro bolsillo: la crisis de los contenedores.

Puertos temporalmente cerrados, reducción de personal y tripulaciones, restricciones sanitarias, menor consumo, demoras para las cargas y descargas, viajes con mayor número de paradas y reducción de cantidad de buques en circulación. Estos son algunos de los motivos que provocaron una crisis, claramente multicausal, que se inicia a mediados del 2019 y afectó al comienzo solo afecto al transporte aéreo.

Al no haber, prácticamente, vuelos de pasajeros y quedando únicamente transportes de cargas se inició un camino ascendente y sideral en materia de precios para para poder absorber los costos que implicaba la cuarentena.

Con el transporte marítimo sucedió algo similar. Por los motivos descriptos se dispara el precio de las rutas de Asia a Occidente, causando un efecto contundente sobre todo si tenemos en cuenta que el 90% de todo el tráfico de carga que se mueve a nivel mundial lo hace por vía marítima, y que los contenedores son la principal forma en la que viaja esa carga.

En pocas palabras, escasean los contenedores y abundan las demoras para transportar la demanda actual de productos.

¿Qué se transporta habitualmente?

Alimentos básicos como arroz, trigo, granos; madera, materias primas como textiles, electrodomésticos o bienes intermedios. Es decir, la gran mayoría de los bienes de la economía se mueven por el transporte de carga marítima.

Los motivos mencionados afectan la cadena logística al punto que la escasez de ciertos productos, como los artículos electrodomésticos, está casi garantizada para este fin de año.

Para referenciar, si antes de la pandemia el precio de un flete desde China a la costa oeste de Estados Unidos costaba aproximadamente 2.000 dólares, ahora está rondando los 20.000 dólares. Y si nos acercamos a la Argentina, el costo de carga suelta pasó de 25 dólares el kilo/volumen a 250 dólares el kilo/volumen. La estructura de costos entonces, en menos de dos años, se multiplicó por diez, lo que implica un aumento del 1000%.

 

Argentina

Nuestra ruta es una de las mas perjudicadas. Según expertos en el tema, ante la imposibilidad de responder a las demandas “pospandemia” se está destinando la mayoría de los buques remanentes a las rutas que resultan mas rentables, que son las que transportan entre Asia y el Hemisferio Norte, dejando lo que quede disponible (muy escaso) para las rutas menos rentables del Sur.

Ante esto, si bien las empresas pueden trasladar estos nuevos costos, arriesgan sus ingresos por ventas, ya que, si la demanda cae, no sólo tendrán menor flujo de fondos, sino que se encarecerá el costo de “stockear” productos lo que trae aparejada una situación de precios elevados y bajo consumo y actividad. En el largo plazo esta dinámica se traduce en estanflación.

 

Reina la incertidumbre

Más allá de los atascos portuarios propios de una época incierta con surgimiento de nuevas variantes cepas que mantienen el miedo a reactivar el comercio tal y como era previo a la pandemia algunas de las preguntas que surge ante este escarnio son:

  • ¿Por qué no vuelven a colocar más buques en el tráfico?
  • ¿Por qué China no intercede para intentar modificar esta situación que les provoca perdidas importantes de ventas?
  • ¿Se reconfigurará el comercio y las rutas pasando a aumentar los niveles de intercambio con Europa, Estados Unidos o Brasil?

Sin respuesta todas ellas, pero con impacto de escala. El comercio internacional se dificulta, los faltantes con perspectiva a fin de año empiezan a surgir y una crisis impensada, se suma a la ya golpeada latitud sur.