Sida: "Hace 40 años que estamos en pandemia y nos siguen viendo como mercancía"

Para algunos hay vacunas, hay soluciones definitivas, para otros nada. Esa es la sensación que tiene, en estos tiempos de alarma por el coronavirus, la Red marplatense de Personas con VIH-Sida, que en el cierre de este 2021 se lamenta por la falta de avances que todavía se acusa en las investigaciones científicas para poder encontrar una cura contra la enfermedad crónica.

Es que mientras en el mundo avanzan novedosos desarrollos y aparecen nuevas vacunas contra el Covid-19, quienes conviven con el sida mantienen desde hace cuarenta años la espera por una vacuna. “Nosotros somos tenemos consciencia de que la industria farmacéutica nos ve como un número redituable de personas que deben seguir con vida para seguir tomando medicamentos constantemente”, apunta Estela Carrizo, representante de la entidad de la sociedad civil.

El sida fue reconocido por primera vez en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos en el transcurso de 1981 y su causa – es decir, la infección por VIH –  se identificó a principios de la misma década. Desde entonces, han muerto unas 40 millones de personas y hay otras 40 millones que hoy están infectadas con el virus.

Y a pesar de los descubrimientos que hizo la comunidad científica en las últimas décadas, la cura contra el sida todavía asoma como una “esperanza muy lejana”. “Ahora hay una vacuna preventiva que está en desarrollo de fase 3 pero todavía no hay una esperanza cercana para que haya una cura para las que personas que ya vivimos con el VIH. Hay algunas  investigaciones para tratar de dar con una vacuna así pero tampoco hay esfuerzos en destinar recursos para que se puedan realizar”, señala Carrizo.

“Los gobiernos de mundo se pusieron como meta terminar con el sida para el 2030. Nosotros creemos que han puesto esa fecha porque calcularon alguna estadísticas de ganancia, y esto tiene que ver con el tema de los pacientes en poder vender estas vacunas”, dice a 0223 la mujer de la red marplatense, y agrega: “Seguramente después vendrán otros virus que tomarán a poblaciones de rehén al igual que como no ha sucedido a nosotros en estos 40 años”.

Gracias a los avances médicos, se ha podido mejorar la calidad de vida de las personas infectadas con VIH pero las consecuencias del uso permanente de diferentes psicofármacos son inevitables. “Nosotros, con el paso de la edad, vamos manifestando cuestiones como aumento de colesterol, diabetes y un montón de otras situaciones que normalmente se tendrían que presentar unos 10 o 15 años más tarde pero que a nosotros nos pasan antes de tiempo”, advierte la mujer de la ciudad.

En este marco, Carrizo reconoce que las noticias sobre las vacunas que se desarrollaron en tiempo récord para inmunizar en masa contra el Covid-19 se recibió con “muchos sin sabores” entre quienes han sido diagnosticados con sida. “Hay muchísimas deudas pendientes porque, en 40 años de pandemia, solo parece que somos un negocio y una mercancía para los laboratorios. Ellos nos ven como pacientes que tomamos medicamentos y parece que a nadie le interesa encontrar una cura contra este virus”, señala.

Prolongada acefalía

La comunidad científica comparte algunas deudas pendientes con el Gobierno nacional. La titular de la Red local de Personas con VIH-Sida fue profundamente crítica con las políticas del Ministerio de Salud para prevenir, abordar y contener la enfermedad en el país.

Hay un fuerte descontento con las políticas implementadas por el Ministerio de Salud para batallar contra el VIH.

“De parte de la Municipalidad hay un compromiso que nos permite tener disponibilidad de insumos para nuestros tratamientos. En Mar del Plata hay un liderazgo pero a nivel nacional no se ve lo mismo. Y nuestro principal descontento tiene que ver con que desde marzo que no hay un jefe para el Programa Nacional de Sida. Es increíble que la dirección siga acéfala”, cuestiona.

En la última conmemoración del Día Internacional de Sida, la ministra Carla Vizzotti presentó un plan de acción y gestión en el Centro Cultural Kirchner (CCK) pero Carrizo asegura que se trata de un “programa fantasma”. “La ministra tiene que entender que nosotros no solo vivimos tomando retrovirales sino que se necesitan políticas mas integrales para alcanzar a aquellas personas que se cayeron del sistema en este tiempo de pandemia y para evitar nuevas transmisiones”, apunta.

“Se vienen sosteniendo en Argentina 5900 infecciones por año y se estima que hay unas 2000 personas que mueren a causa del sida. Estamos descontentos porque el Estado nacional nos hizo promesas que siguen pendientes, y sobre todo con el presidente Alberto Fernández, que hizo que se cayera la nueva ley de VIH por haber perdido  estado parlamentario”, lamenta la referente del sector en Mar del Plata, y concluye: “Los servicios de salud estuvieron abandonados en estos dos años de Gobierno”.