Nora Vega, un emblema entre mujeres que hizo historia sobre ruedas

Las conquistas feministas no escapan al deporte: la marplatense escribió sus páginas doradas en el patín y popularizó una disciplina con múltiples medallas. Su experiencia y el rol de la mujer dentro del deporte.

Nora Vega y Claudia Rodríguez, dos referentes del deporte marplatense que dejaron su huella en el patín. Foto: Circulo de Periodistas Deportivos Mar del Plata.

8 de Marzo de 2021 08:04

Corre por el verde césped en medio de una multitud. Va con el brazo en alto, sosteniendo la antorcha y esquivando a fotógrafos, periodistas y a todo aquel que se entromete en su camino. Cruza el desfile de la Guardia del Mar y sigue hasta su destino. Sube una pequeña escalinata y enciende el pebetero en el estadio José María Minella. Su imagen quedará inmortalizada en la historia. Nora Alicia Vega se transforma en el ícono de los Juegos Panamericanos Mar del Plata 1995. A fuerza de campeonatos, la marplatense popularizó el patín carrera y marcó una era. Una mujer que hizo historia en el deporte.

En el Día Internacional de la Mujer, la múltiple campeona mundial y panamericana evoca su época en la que se calzaba los patines, el boom de la disciplina y sus logros dentro del patinódromo; habla sobre el rol de la mujer en el deporte y resalta las conquistas del movimiento feminista en los últimos años. "Hay una lucha constante para poder progresar y creo que de a poco se está logrando. Realmente ha habido un empoderamiento de la mujer", reflexiona en diálogo con 0223 por videollamada, mientras se resguarda en su casa del coronavirus.

Su infancia la forjó en su casa del barrio de La Perla y en el Club Deportivo Norte que fundó su padre. En 1969 quedó inaugurado el patinódromo y su hermano Reynaldo dio sus primeros pasos en el deporte. Al poco tiempo, ella, con 6 años, pidió sus primeros patines que una noche de enero le regalaron los Reyes Magos. Desde entonces no quiso salir de la pista. "En ese momento no había muchas mujeres que patinaran", recuerda. Pero con el paso del tiempo la historia cambió.

- Fuiste pionera en el patín carrera y marcaste una era en la disciplina, en el deporte marplatense, pero también para las mujeres. ¿Eras consciente de ese rol que tenías como ejemplo a seguir para muchas chicas?

- No, para nada. Empecé a tener más consciencia de lo que hacía a partir de los Juegos Panamericanos de San Juan de Puerto Rico de 1979. Ahí hubo un boom y un despegar del deporte. Entre todo el equipo sacamos 15 medallas y todas las miradas estaban puestas en el patín carrera. Ahí nos dimos cuenta que teníamos que tomarlo con otra responsabilidad.

En la capital de Puerto Rico, con solo 17 años, Nora se colgó cuatro medallas doradas y al día de hoy es la única mujer argentina en hacerlo en una misma cita panamericana. Dieciséis años más tarde, en su Mar del Plata natal, se volvería a subir a lo más alto del podio en dos oportunidades, en medio de un patinódromo que explotaba de algarabía.

 

Después de sus primeros Panamericanos, el equipo argentino viajó hasta Italia, donde Nora obtuvo el primero de sus cinco campeonatos mundiales. A lo largo de su vasta trayectoria, la marplatense compitió con tanta dedicación y fuerza que se transformó en la única patinadora de la historia en consagrarse corriendo con los antiguos patines con ruedas de madera, con ruedas de poliuretano y con los patines en línea. "Fue todo un logro", reconoce orgullosa.

Con varios títulos en su espalda y mucha personalidad, en 1996 Nora plantó bandera y se hizo escuchar ante los dirigentes de la Confederación Argentina de Patinaje (CAP) y de un momento a otro dejó de competir. Incursionó en el atletismo, pero los gloriosos resultados de sus viejos compañeros en Estados Unidos que escuchaba por radio la hicieron recapacitar y decidió volver.

-Fue muy triste. Yo estaba cansada de luchar contra una dirigencia que no entendía muy bien lo que es el deporte. Dejé de patinar con todo el dolor del alma. Ese año me perdí los Juegos Panamericanos de Indianápolis 1987.

En el regreso al alto rendimiento se quedó con los Mundiales de Roma 1988 y Nueva Zelanda 1989, pero al año siguiente quedó embarazada de Pedro, su primer hijo, y se volvió a alejar del patinódromo. No obstante, un golpe de la vida la depositó de nuevo en el primer nivel y tuvo que asimilar el cambio de patines impuesto en el circuito. La maternidad no la detuvo y empezó a combinar las rutinas de crianza con los entrenamientos. Casi un año después de dar a luz, se quedó con el campeonato de Roma 1992.

-Fue de imprevisto. Yo siempre decía que cuando tuviese un hijo iba a dejar de patinar, ya había cumplido con todos mis sueños. Pero mi mamá estaba muy enferma y falleció cuando cursaba el sexto mes de embarazo. Fue un golpe bastante grande. Cuando uno está tan mal trata de hacer cosas que lo hagan sentir bien y patinar para mí era algo muy gratificante, así que volví a pesar de que había estado un año sin hacer actividad. Tenía que hacer algo que me hiciera bien al alma, el patín era una descarga.

Sus logros fueron reconocidos en 1995 con el Olimpia de Oro, el mismo premio que en 1979 le arrebató un joven Diego Maradona y la colocó como la primera deportista amateur en obtenerlo en 50 años. Además, fue la tercera mujer en hacerse del prestigioso galardón después de las tenistas Norma Baylon y Gabriela Sabatini.

El patín convive con la espina de que nunca pudo ingresar en el programa olímpico, pero eso no la privó de llevar la antorcha en los Juegos de Atlanta 1996 y Beijing 2008. Además, estuvo presente en las ediciones de Pekin, Londres 2012 y Río 2016 como integrante de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Argentino (COA). En Mar del Plata, en tanto, dejó de cumplir gestiones deportivas después de 38 años como integrante del Ente Municipal de Deportes (Emder).

- ¿Sentís que la mujer ganó más espacio en los últimos años dentro del deporte o todavía se la ubica en otro rol?

-Yo creo que ha progresado a nivel mundial. El COA cambió sus estatutos para que haya más mujeres integrando las mesas directivas y las comisiones. Hay una bajada muy importante del Comité Olímpico Internacional (COI) para que la mujer tenga un rol mucho más importante. El patín es ejemplar, hay muchas juezas y delegadas de clubes. Hay más nenas que varones compitiendo cuando tiene muchas caídas y roces, pero a otros deportes que no tienen dirigentes mujeres les cuesta más. Hay una lucha constante para poder progresar y creo que de a poco se está logrando. En los últimos años hubo un salto muy importante.

- ¿Cuánto y cómo te atraviesa el Día de la Mujer y las conquistas que han conseguido en los últimos años? ¿Qué sentís cuando ves esas multitudes movilizándose?

- Realmente creo que ha habido un empoderamiento de la mujer. Espero que lo sepan aprovechar y que no sea solo porque tiene que haber un cupo igualitario, sino que las mujeres que quieran trabajar en puestos directivos, en la política, el deporte o donde sea realmente lo hagan por capacidad. Estos últimos años se ha progresado muchísimo. Inés Arrondo es la primera secretaria de Deportes de la Nación, es muy fuerte eso. Le tocó un año muy difícil con la pandemia y tuvo un protagonismo muy activo. Veo que se está llegando a puestos de política deportiva muy importante.

A pesar de haberse jubilado, Nora sigue ligada al deporte: se desempeña como consejera de la CAP y además es miembro de la Comisión de Sostenibilidad en el Deporte del COA. A punto de cumplir los 60 años, prefiere quedarse en su casa para cuidarse del coronavirus porque es paciente de riesgo. Si bien se encuentra alejada de las calles, su participación en el deporte la ha colocado como una de las máximas exponentes entre las mujeres atletas.