Un retroceso anunciado y una pelea que Montenegro mira de afuera

El jefe de Gabinete Carlos Bianco le había anticipado a Montenegro el retroceso a fase 3 de la ciudad. El intendente, por ahora, mira desde lejos la pelea por las clases en el Amba. 

Montenegro se mantiene alejado de la pelea de Provincia y Nación con el jefe de Gobierno porteño.

21 de Abril de 2021 21:46

Guillermo Montenegro habló el lunes por la tarde con el jefe de Gabinete de la provincia, Carlos Bianco. El funcionario provincial le dijo que los parámetros sanitarios de Mar del Plata habían empeorado y que la decisión era que la ciudad retroceda a fase 3. El intendente, que ya había hecho público su rechazo a la restricción de circulación, no volvió a plantear objeciones. Los cambios en Mar del Plata son sutiles y en el equipo del jefe comunal prefieren seguir de afuera la pelea feroz que mantiene la Nación y la Provincia con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

“No es nuestra pelea”, repitieron desde el entorno de Montenegro. Es más: luego de la confirmación de Blanco del retroceso de fase, el equipo de prensa del municipio envió una convocatoria a una conferencia de prensa para explicar los alcances de las medidas. Todos los periodistas esperaban ver al intendente, que dejó la comunicación a cargo de tres funcionarios: Alejandro Rabinovich, Fernando Muro y Viviana Bernabei.

Explicaron los alcances de las nuevas restricciones, los horarios en los que puede funcionar cada actividad y no mucho más. “Fue una conferencia técnica. Consideramos que no era necesario que esté Guillermo. Si hubiera hablado Axel, tal vez, pero los anuncios los hizo Bianco y nosotros repetimos el esquema”, señalaron.

Hablar en conferencia hubiera significado tener que responder sobre la disputa por las clases en la Ciudad de Buenos Aires. Y Montenegro no quiere entrar en ese terreno. Tuvo, sí, un gesto sutil para dejar trascender su posicionamiento: mantuvo una reunión virtual con estudiantes y celebró verlos en las aulas. Pero, por ahora, no se pronunciará formalmente sobre el tema. El jefe comunal se mantiene lejos de los micrófonos, pero quiere estar cerca de la gente. Por eso, hace recorridas por barrios, comercios y distintos tipos de establecimientos. Y la mayoría de las veces, no está solo: Muro, número puesto para encabezar la lista de concejales, lo acompaña en casi todas. 

 

¿Tiene diferencias con el camino que tomó Larreta y varios intendentes del Pro en el conurbano? “Todos saben dónde estamos parados. Pero siempre dijimos que nos íbamos a pelear cuando sintamos que afectan a Mar del Plata. Y en este caso el retroceso de fase 4 a 3 no cambia demasiado”, señalaron.

Los empresarios gastronómicos esperan ahora una ayuda económica específica para el sector que supere al anuncio de mejoramiento de los Repro que se hizo la semana anterior. Ya plantearon que esa ayuda es insuficiente y que las restricciones horarias son un golpe más para el sector. Pero, sin decirlo explícitamente, admiten que entre cerrar a las 23 o las 24 no hay demasiada diferencia. Un eventual retroceso a fase 2, donde ya no pueden trabajar con los salones, sí motivaría una protesta mucho más ardiente.  

Más allá de no protestar enfáticamente contra las actuales restricciones, en el gobierno sí advierten que a partir de las restricciones crecieron marcadamente las fiestas clandestinas. El último fin de semana el municipio recibió 73 denuncias: desarticuló 20 fiestas, derivó 10 al 911 y 3 a Inspección General.

“Se nos vuelve a encender la alarma con las fiestas clandestinas. Desde febrero, la primera semana de marzo no recibíamos tantas denuncias”, señaló un funcionario de la Secretaría de Seguridad. Desde el área trabajan en la elaboración de un mapa para conocer si hay zonas de Mar del Plata donde este tipo de fiestas se realizan con mayor continuidad.

La otra alarma que se enciende es la ocupación del sistema sanitario. Este miércoles, Mar del Plata volvió a superar los 300 contagios en un día -algo que no se daba desde el 8 de enero- y registró 130 camas de terapia intensiva ocupadas. Las autoridades provinciales y municipales mantienen constantes charlas con los efectores privados para garantizar la mayor cantidad de camas posibles para atender la pandemia. 

 

 

 

En medio de este contexto difícil, las cuestiones políticas comienzan a salir a la luz en medio del año electoral.  Tal como se preveía, el pliego para licitar el transporte público se cayó: sin el apoyo de la oposición y con la resistencia de Alejandro Carrancio (Vamos Juntos) no hay posibilidades de que avance. La actual concesión se vencerá sin que haya otro contrato encaminado. Está claro que Mar del Plata no se quedará sin servicio de colectivos y ahora comenzarán a trabajar para hallar la forma legal de darle continuidad a los actuales prestatarios del servicio.

Esta situación terminó de exponer la tensa relación que hay hoy entre el sector del senador Lucas Fiorini y el intendente. La relación atraviesa su peor momento aunque en el corto plazo no se esperan movimientos bruscos dentro de la alianza. Al menos en el Ejecutivo. El concejal del Pro Guillermo Volponi hizo pública su molestia por la postura que asumió Carrancio cuando el expediente del transporte comenzó a tratarse en la comisión de Legislación. Y en las próximas Volponi, Nicolás Lauría y Agustín Neme podrían pedirle a Carrancio que deje de ser el presidente del bloque.