Condenado por una tentativa de robo cumplirá la pena en una institución terapéutica

Un hombre de 32 años que en septiembre del año pasado con un cómplice asaltó a mano armada a un hombre para robarle la moto en el barrio Parque Luro y fue aprehendido a pocas cuadras del lugar, fue condenado a un año y medio de prisión tras la validación de un acuerdo de juicio abreviado. Matías Joel Casero cumplirá la misma bajo un régimen abierto en la institución terapéutica en la que se encuentra actualmente internado.

La noche del 19 de septiembre de 2020 Casero y un cómplice que no fue identificado interceptaron en la esquina de la avenida Tejedor y Stróbel amenazaron con un arma al conducto de una moto Gilera Smash. Si bien lograron sacarle el rodado,  uno de ellos fue interceptado a pocas cuadras del lugar.

De acuerdo a las actuaciones policiales en los que se incorporó la declaración de la víctima quedó claro que Casero viajaba como acompañante en un vehículo y que al cruzar la moto le apuntó con un arma de fuego. El dueño de la moto dejó el vehículo y escapó corriendo en dirección a la costa hasta que logró dar con un patrullero e informarles a los oficiales lo sucedido.

El Juez Alfredo Deleonardis descartó cuestiones eximentes de la responsabilidad penal y agravantes, aunque valoró como atenuante la problemática de salud derivada del consumo de tóxicos por parte del imputado desde el inicio de su adolescencia. “Esta problemática adictiva debe ser considerada en sentido minorante ya que bien pudo haberle dificultado al causante la valoración del alcance de los actos ilícitos, tornándosele así más dificultosa la elección de la conducta debida”, señaló.

El magistrado condenó a Matías Joel Casero como autor jurídicamente responsable del delito de robo agravado por su comisión con arma de fuego de aptitud para el disparo no acreditada en grado de tentativa a la pena de un año y seis meses de prisión. La pena se cumplirá bajo la modalidad de internación en régimen abierto en la institución terapeútica Proyecto Vida Digna.

El tratamiento que cumple será supervisado por el Cuerpo de Agentes de Prueba dependientes del Patronato de Liberados Bonaerense, en coordinación con las autoridades de la comunidad terapéutica quienes deberán brindar a aquéllos toda la colaboración necesaria a tal fin, además de presentar quincenalmente el informe sobre la evolución del mismo.