La policía escuchaba al femicida Mikael Ponce por una causa de venta de drogas

Cuando la policía llegó a la casa en el barrio Peralta Ramos Oeste en el que los vecinos habían denunciado una pelea de pareja que terminó con la muerte de Adriana Estéfano, la dirección donde ocurrió el hecho puso en alerta a otras áreas de la policía. Es que la DDI llevaba adelante una investigación sobre Mikael Ponce –luego detenido por el femicidio- por venta de estupefacientes. Incluso, había escuchas que lo involucraban con distintos delitos.

El 18 de mayo detectives de la DDI iniciaron una investigación por la venta de estupefacientes en el domicilio ubicado en González Chávez 669. Las pruebas apuntaban contra Ponce, quien el jueves por la noche asesinó a su pareja de un disparo en circunstancias que aún no fueron esclarecidas.

En ese marco, los investigadores iniciaron escuchas telefónicas que les permitieron acreditar que el sujeto de 40 años se dedicaba a la venta de drogas. Sin embargo, los investigadores no lograron cerrar la causa y aprehenderlo antes de la trágica noche del jueves.

Tras el femicidio de Estéfano, la fiscal de estupefacientes Daniela Ledesema solicitó este viernes una orden de allanamiento para la vivienda. En el lugar se secuestran dos scaners de autos que habían sido robados el 24 de mayo último y por los cuales también había una investigación penal en curso.

A su vez, en la vivienda también se encontraron 991 gramos de marihuana compactada en un ladrillo y 137 gramos de cogollos de marihuana. Cabe recordar que al momento de ser detenido, Ponce tenía en su poder dos envoltorios con cocaína.

De este modo, además de la causa por femicidio agravado por el vínculo, Ponce también suma otra causa por robo y por infracción a la ley de estupefacientes con fines de comercialización.