Ana, la mujer tímida que se construyó su propia casa y brillaba en las canchas de fútbol de Batán

La mujer de 31 años, madre de un nene de 11, murió este lunes al ser arrollada en ruta 88 por un automovilista que escapó del lugar. Oriunda de Bolivia, había llegado a la ciudad de Batán junto a su pareja cuando eran adolescentes en busca de una vida mejor.

24 de Agosto de 2021 13:09

Ana Karla Valdivia Vizcarra y su pareja, Juan Gabriel Puma, eran apenas adolescentes cuando llegaron a la ciudad de Batán provenientes de Bolivia, en busca de una vida mejor. Sin embargo, la fatalidad se cruzó en su destino: este lunes a la tarde, la mujer de 31 años fue atropellada en la ruta 88 por un conductor de un Fiat Uno que escapó del lugar y pudo ser capturado poco después. Aunque aún se investigan las circunstancias en las que se produjo el hecho, se presume que el matrimonio, que viajaba a bordo de una moto, se detuvo a la vera de la ruta, a la altura de Colina Alegre, por un desperfecto del vehículo. Entonces, ahí, ocurrió la tragedia. Murió en el acto.  

Valdivia Vizcarra trabajaba como tejedora en la planta de Textilana. De hecho, todo indica que el siniestro sucedió poco después de que se retirara de la empresa, mientras regresaba a su vivienda. Vivía junto a su familia en Estación Chapadmalal, en una casita construida en el marco del programa Econstruye de la Fundación Ciudad Inclusiva, que promueve la edificación “segura y eficiente” en materia energética y para la cual se utilizan técnicas de construcción de bajo impacto ambiental. En el caso de Ana y Juan Gabriel, la casa estaba hecha de barro y se habían mudado allí a fines del verano, después de un año de arduo trabajo para terminar la obra.

Desde hacía un tiempo, Ana se había convertido en el único sostén de familia: su marido, que también trabajaba en Textilana, fue despedido y el salario de la mujer representaba el ingreso principal a la economía hogareña. Llegar hasta allí no fue sencillo: desde su llegada al país, ambos trabajaron en talleres clandestinos, hasta que Ana consiguió un lugar en la fábrica de tejidos, hace unos cinco años atrás.

Si bien llevaba más de la mitad de su vida en Estación Chapadmalal y conocía a todos, quienes la trataron coinciden en que era “una paisana muy reservada, tímida y desconfiada”. Eso no le impidió convertirse en una figura destacada del equipo de fútbol femenino Las Pumas, del Club La Avispa, en donde cada domingo hacía gala de su destreza. “Era buena jugadora de papi y una gran persona”, la definió Solange Flores, vecina allegada a Ana. 

En medio de la conmoción que generó la noticia de su muerte, la familia de Ana ahora espera recuperar su cuerpo para velarlo en el club de la zona o alguna iglesia, ya que no cuentan con recursos para realizarlo en una casa de sepelios.

La tragedia fue presenciada por vecinos de la zona y gracias a los datos que aportaron de inmediato a la comisaría octava de Batán, la policía logró dar con el automovilista que arrolló a Ana y escapó del lugar a toda velocidad. Se trata de un hombre de 46 años que viajaba junto a otro de 47 y pudo ser localizado en colectora, entre 9 y 44. La causa quedó a cargo del fiscal de Delitos Culposos, Pablo Cistoldi, quien dispuso el secuestro del Fiat Uno y ordenó el traslado del sujeto a la Unidad Penal 44 de Batán, imputado por el delito de homicidio culposo. 

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