De Mar del Plata a París: la historia de Francisco Camet, el primer argentino olímpico

Miembro de una de las familias más importantes de la ciudad, el esgrimista compitió en los Juegos Olímpicos París 1900 cuando todavía no existían delegaciones. El nacionalismo francés invisibilizó sus orígenes durante décadas hasta que casi un siglo después de aquella participación se descubrió que era de Mar del Plata.

Retrato de Francisco Carmen Camet, primer deportista olímpico argentino. Foto: AGN (Archivo General de la Nación).

Finalizaron los Juegos Olímpicos de Tokio, donde cinco deportistas marplatenses formaron parte, inscribiendo nuevas páginas a la historia de la ciudad: la atleta Belén Casetta, el surfista Leandro "Lele" Usuna -debut en el olimpismo para su disciplina-, el tenista Horacio Zeballos, y los basquetbolistas Patricio Garino y Luca Vildoza. Una representación que tiene sus bases 121 años atrás, cuando el marplatense Francisco Carmen Camet, por entonces un esgrimista de 24 años, se convirtió en el primer deportista argentino olímpico en los Juegos de París 1900, cuando todavía no existía delegación nacional alguna. Sin dudas, una historia fascinante que se descubrió hace no menos de diez años luego de diversas investigaciones.

La familia Camet es una de las más trascendentes en la historia de Mar del Plata. Dueña de 15 mil hectáreas que hoy hacen al espacio público (barrios 2 de Abril, El Sosiego, Felix U. Camet, Las Dalias, entre otros) y recreativo de la ciudad, es protagonista de la primera historia que entrelaza al país con los Juegos Olímpicos de la Era Moderna. 

La crisis económica, industrial y financiera que atravesaba Francia a mediados del siglo XIX desencadenó en una revuelta que se replicó en distintos países de Europa. Pero la insurrección popular fallida de 1848 obligó a sus impulsores a buscar nuevos horizontes y devino en una de las primeras olas de inmigrantes hacia la Argentina. Jean Pierre Camet, un joven estanciero, llegó a Buenos Aires en 1853 y después de un breve período, se asentó en la estancia La Trinidad, a pocos metros de Mar del Plata. Formó una familia con María Ana Berterreche, una inmigrante francesa, con quien tuvo nueve hijos: el mayor, Félix Ubaldo Camet, y el penúltimo, Francisco Carmen Camet nacido el 16 de julio de 1876.

Su madre murió en el parto de su último hijo y a los pocos años Jean Pierre (o Juan Pedro, en la transcripción al español) decidió regresar a Buenos Aires junto a sus hijas y los dos varones más chicos, Salustiano y Francisco, que fue institucionalizado en una escuela de un maestro francés. Finalmente, en 1890 fue enviado a la tierra natal de su padre y asistió al Liceo Henri IV -que fuera visitado por Napoleón Bonaparte y su esposa Josefina en 1812- de la ciudad de Pau, en el sudoeste francés. Allí descubrió una infinidad de prácticas deportivas, pero ninguna, cuenta César Torres, doctor en Filosofía e Historia del Deporte, lo cautivó tanto como la esgrima.

Libreta de familia donde está constatado el verdadero nombre de Francisco Camet y su origen marplatense (archivo Rubén Aguilera).

“Aparentemente, su aptitud para la esgrima y su deseo por una educación superior lo llevaron a París en 1894. En la capital francesa fue alumno de la escuela Duvignau y se convirtió en discípulo de los profesores Georges Robert y Sabourin, quienes estaban a cargo de la enseñanza de esgrima en la escuela. Un año después de su llegada a París, Francisco Carmen ganó un campeonato interescolar”, cuenta Torres en Like Father, Like Son: The Tale of Francisco Carmelo and Carmelo Félix Camet at the Olympic Games.

Sus destrezas con la espada no pasaron desapercibidas por los maestros franceses de la Sociedad de Esgrima, institución encargada de organizar los eventos de la disciplina en los Juegos Olímpicos de 1900. Así fue que Francisco Carmen compitió entre más de 100 esgrimistas, del 1° al 14 de junio. Fue sorteando con éxito las distintas etapas clasificatorias, hasta que accedió a las finales entre nueve competidores. Allí, el marplatense culminó en el quinto puesto en espada individual -hoy sería merecedor de un diploma olímpico-, por detrás del cubano Ramón Fonst (vencedor), los franceses Louis Perrée, Léon Sée y Georges de la Falaise.

Folleto de propaganda de las competencias de esgrima en los Juegos Olímpicos París 1900.

Ningún otro argentino intervino en esos Juegos Olímpicos. Camet fue el primer deportista olímpico argentino porque, al igual que en la primera edición de Atenas 1896, no había delegación nacional. Recién se incorporó una para París 1924, tras la creación, el 31 de diciembre de 1923, del Comité Olímpico Argentino (COA). En dichos juegos del ´24 participó el ciclista marplatense Julio Polet -el Velódromo Municipal lleva su nombre-, de quien siempre se pensó que había sido el primer deportista olímpico de Mar del Plata. 

No obstante, algunos registros de la época señalaban a Camet de origen francés. “En un época en la que las victorias jugaban un rol importante en la construcción de las identidades nacionalistas, esta apropiación pudo interpretarse como una operación nacionalista para demostrar la superioridad de la raza francesa. El punto de la cuestión no era si Francisco Carmen, el habilidoso deportista, había nacido en territorio francés o no, sino si tenía sangre gala”, analiza Torres.

La controversia en torno a la nacionalidad de Camet fue resuelta en 1998 por el investigador Bill Mallon, de la Sociedad Internacional de Historiadores Olímpicos, y posteriormente profundizada por Torres en 2002. Los avances permitieron despojar del título de “primer argentino olímpico” a Héctor Torromé, quien terminó séptimo en la prueba individual masculina de patinaje artístico sobre hielo en Londres 1908 y, como Camet, fue argentino y único.

Incluso, su identidad también fue motivo de debate. En algunos torneos había sido inscripto como Eduardo Camet. Tampoco se llamó Carmelo, como figura en varios registros. Apenas unos años atrás, fue el periodista Rubén Aguilera, extitular del Círculo de Periodistas Deportivos de Mar del Plata, quien pudo comprobar que su segundo nombre de pila era Carmen, tal como consta en su acta de bautismo y en la libreta de familia, a través de la investigación “Los Camet. Una historia olímpica” que en 2018 presentó en el Concejo Deliberante de General Pueyrredon (ver nota aquí debajo).

Después de diez años en Francia, Francisco Carmen regresó a la Argentina, se instaló en la estancia "La Julia" del partido de General Alvarado -propiedad de su hermano Félix U.- y se casó con Clara Iza. Tuvieron a Carmelo Félix Camet, quien nació en Mar del Plata el 28 de octubre de 1904 y siguió los pasos de su padre, que le inculcó la pasión por el deporte y aprendió el uso de las tres armas en Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (Geba), donde Franciso Carmen era integrante de la comisión directiva del club. A lo largo de su adolescencia demostró su destreza y se quedó con distintos torneos colegiales hasta que en 1924, con 20 años, fue designado para representar al país en los Juegos Olímpicos de París. No obstante, el joven Camet decidió ausentarse por motivos personales para terminar de estudiar la carrera de Derecho. Otro que no pudo estar presente en la capital francesa fue un joven llamado Juan Domingo Perón: el Ministerio de Guerra le prohibió viajar.

Años más tarde, empuñó de nuevo las armas y se clasificó para los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928. Si bien viajó como sustituto, Carmelo Félix recién tuvo participación en el último cruce de la ronda preliminar, frente a Bélgica. El marplatense se lució con una importante victoria que contribuyó en la conquista del bronce en la competición de florete por equipos. Veintiocho años después del quinto puesto de su padre, Camet hijo se subía al tercer escalón del podio para darle la única medalla olímpica a la esgrima argentina, y la primera para un deportista de Mar del Plata (luego llegarían las dos de Inés Arrondo con Las Leonas, plata en Sydney 2000 y bronce en Atenas 2004; y el oro de Juan Curuchet en ciclismo con Walter Pérez en Beijing 2008).

Agachado a la derecha, Carmelo Félix con el equipo de esgrima, en viaje a Ámsterdam en el buque Andes (Foto: Rubén Aguilera - Fotosviejasdemardeplata.blogspot)

Alejado de la espada, Francisco Carmen incursionó en la política: fue concejal e intendente de General Alvarado en diversos ciclos (con sus gestiones, se creó el Vivero Dunícola, la rambla de cemento y el muelle) y senador provincial. También ocupó el cargo de director del Banco de la provincia de Buenos Aires. Sus últimos días los pasó en la estancia Santa Clara, de la localidad vecina a General Pueyrredon, hasta que finalmente falleció el 15 de julio de 1931, víctima de un cáncer.

Como arriba de la pedana, Carmelo Félix también se sumergió en la política: fue dirigente de la Unión Cívica Radical (UCR) y senador provincial, contribuyendo con numerosos proyectos para los poblados de Mar del Plata y Miramar, donde tuvo una activa participación. Murió el 22 de julio de 2007, a los 102 años, siendo por entonces el olímpico más longevo.

Rubén Aguilera, historiador de Camet: "El tipo por donde anduvo, fue un líder"

Rubén Pedro Aguilera respira atletismo y una notable pasión por la historia. Periodista recopilador de estadísticas -expresidente del Círculo de Periodistas Deportivos-, dirigente y juez internacional de atletismo en Juegos Panamericanos, Sudamericanos y Olímpicos (Atenas 2004 y Beijing 2008), desde hace cinco años se convirtió en un apasionado investigador de Francisco Carmen Camet, de quien está escribiendo un libro con 30 fotos inéditas donadas por la familia, y gran cantidad de anécdotas y acontecimientos nunca antes conocidos, en base a su tarea recopilatoria que incluyó la lectura de diarios franceses de la época. Logró conseguir actas de nacimiento y bautismo del primer olímpico argentino y su hijo, Carmelo Francisco, donde pudo corroborar que "Carmen" es el segundo verdadero nombre. "Cuando conocí su historia, estaba convencido que tenía que ser de los Camet que llegaron a Mar del Plata. Empecé a investigar y me fascinó conocerlo. La familia al principio no aceptaba el contacto conmigo, pero gracias al titular del Museo de Miramar, me dieron el teléfono de "Junior" -Francisco Félix, nieto de Francisco Carmen, de 72 años y radicado en Capital Federal- y comencé una relación importante que se mantiene hasta estos días", indicó a 0223.

Aguilera cuenta que Jean Pierre Camet -padre de Félix Ubaldo, Francisco Carmen y otros 8 hermanos- llegó al país "escapando por algunas ideas políticas que tenía. Llegó para contactar desde Europa a la familia Zuberbühler, de la aristocracia, pero no le dieron lugar y arrendó las tierras que luego adquirió con la estancia La Trinidad". El primer olímpico argentino nació en la misma estancia, y fue a la escuela que se había instalado en la zona, sobre la primitiva ruta a Buenos Aires. "Su infancia en Mar del Plata fue de campo. Ningún contacto con el deporte. No había visto ni un florete", sostuvo el periodista.

"Este hombre, en todos los lados donde anduvo, fue un líder. En Francia fue muy reconocido. Fue un gran jugador de rugby, campeón y capitán con Racing Club y Sporting Club Universitario. Creo que hizo natación, no lo pude corroborar aún. Y en diarios de Francia, aparece dos veces como integrante de un equipo de cross country, pero luego no figura en los resultados de esas competencias. Lo sigo buscando el dato", detalló sobre la relevancia del personaje.  

Rubén Aguilera presentó en 2018 en el Concejo Deliberante de General Pueyrredón un informe de 40 páginas llamado “Los Camet. Una historia olímpica”, el cual "hoy nada tiene que ver con todo lo que conseguí de investigación posteriormente para el futuro libro". En ese encuentro, la descendencia de Francisco Carmen le regaló tres medallas que eran del olímpico: "Una deportiva, otra de 1922 de la Sociedad Rural, yo compro y colecciono todo tipo de medallas y fue un gran regalo". Y al inicio de la pandemia de coronavirus, Francisco Félix, le envió una correspondencia con 30 fotografías originales de su abuelo y su padre. "En una de ellas, está Francisco Carmen con su esposa -Clara Teresa Iza- caminando por la vieja rambla", adelanta. De aquel acto también participó Inés Maguire de Bengolea Camet, heredera de estancia La Trinidad (nuera de la hija de Félix U.), donde vive la sexta generación de la familia.

"Cuando volvió de Francia, Francisco se instaló en General Alvarado, donde su hermano Félix U. Camet (intendente de Mar del Plata en 1894) le arrenda una parte de su gran estancia ´La Julia´. Luego le compró al hermano, según pude constatar. Lamentablemente muere a los 54 años, en 1931. Hasta 1930 era intendente de Miramar, entonces lo sacó la Revolución del ´30", finalizó.