Pronsky y la búsqueda de dejar un mensaje

Después de su paso por la feria del libro local, Lorena Pronsky habló sobre su última producción. Un cuarto libro donde busca separarse más de lo que escribe.

El libro se abre con un epígrafe de Elvira Sastre que dice “Dime, mi amor, que nada de esto ha sucedido”.

23 de Octubre de 2022 08:57

No amarás (VERGARA – 2021) es el nuevo libro de Lorena Pronsky. La propia autora reconoce que, en este cuarto libro, quería salir de la autorreferencialidad y escribir para informar y que otras y otros puedan sentirse identificados en los relatos. “Creo que aprendí a separarme de lo que escribo. Si bien siempre ponemos algo nuestro al escribir, este es el libro donde más me separo, en el que menos podés verme. No me sentí tan expuesta” sostiene la psicóloga.

El libro se abre con un epígrafe de Elvira Sastre que dice: “Dime, mi amor, que nada de esto ha sucedido”. Pronsky argumenta la decisión de ubicarlo ahí asegurando que esa frase “Ejemplifica un poco las relaciones tóxicas. Uno desmiente un montón de señales que va viviendo, pero las niega y las desmiente. Entonces, llega a un punto donde se pregunta: ¿Cómo llegue a esto? Y se sorprende al darse cuenta de que algo no pasó realmente, que la otra persona no es quien creía que era. Hay muchas señales desde el comienzo de que eso no era sano, pero uno intenta porque tiene la fantasía de poder cambiarlo, porque supone que eso que le da al otro u otra es algo más. Y al final aparece la desesperación, la desolación de lo que implica el desamor, entonces es esto que alguien me diga que lo que viví no fue cierto”.

”En este libro no me sentí tan expuesta” sostiene la psicóloga Lorena Pronsky.

-¿Uno se acostumbra y puede sanar un tipo de dolor como ese?

- Depende del cuadro. Lo que aparece mucho en esas relaciones es la sensación de que, para poder seguir en la historia, empezás a naturalizar el destrato, el maltrato, el silencio, las manipulaciones. Entonces, uno queda enganchado en eso y después ya no puede salir. Lo que te queda es mucho dolor y la sensación agregada de que fuiste estafada o estafado moralmente. Uno busca una indemnización, que alguien le explique lo que pasó, porque está lastimado, dañado. Uno quiere saber cómo recuperar ese tiempo que se invirtió, esas ganas que puso. Lo que queda es una persona con una autoestima muy vulnerable. Alguien que se siente nada porque ha entrego todo a cambio de nada. El amor no pasa por lo que se da, el amor pasa por el ser.

- ¿Cuesta hablar más las cosas que nos hacen mal o las que nos hacen bien?

-Buena pregunta. En mi trabajo no tengo mucha gente que venga a hablar de lo que le hace bien, pero creo que cuando uno está bien no se plantea mucho acerca de la vida. Está como en una situación más superficial y más de disfrute. Creo se le da menos lugar a la felicidad porque es más efímera que los momentos de angustia y de dolor. La vida nos pega duro un montón de veces. Así, hay un montón de pérdidas, abandonos, dolores y duelos que tenemos que hacer y transitar. Creo que necesita más tiempo y más espacio aquel que está mal que aquel que está bien. El que está bien sigue viviendo y el que está mal se pone en pausa y este necesita más espacio para hablar.

La salida de estos procesos dolorosos nunca es fácil. Pronsky asegura que “Somos seres sociales, por lo tanto uno se va reponiendo con el otro, se va haciendo con el otro. Y uno, a veces, aprende a resolver la situación en la medida en que puede hablar con el otro, pero no por lo que el otro le devuelve, sino por escucharnos. La escritura, en lo particular, es una buena herramienta, ya que es una manera de hablar con uno mismo. Se trata de poner en palabras la angustia”.

No amarás es el cuarto libro de la autora.

-Ahí está la fuerza de la palabra, no la palabra que te dicen sino la palabra que uno expresa a través de lo escrito…

- A veces el resto no te habilita el espacio para poder hablar, por las razones que sean, porque se ve en el compromiso de devolverte algo, porque no tiene ganas, porque no sabe qué decir, porque no quiere mezclarlas cosas, por lo que sea. Entonces uno debe habilitar ese espacio y cuando no hay otro, la escritura es como un espacio de regalo, como un don. Es una manera de decirlo también.

No amarás está armado con casos que provienen de algún cuadro patológico específico que busca seguir profundizando la salida de aquel vinculo patológico. Como sostiene la propia autora: “La modalidad que recorre este libro se basó en una premisa fundamental: la libertad. Me refiero a que no quise encorsetar mis ideas usando una sola herramienta literaria. Es que yo no quiero contar una historia. Yo quiero dejar un mensaje a través de varias historias”.