En un partido polémico, Instituto volvió a Primera División

La "Gloria" terminó de cerrar un año de cordobeses en la Primera Nacional. Con un pobrísimo arbitraje de Fernando Espinoza, igualó 1 a 1 con Estudiantes de Caseros y ascendió por ventaja deportiva.

Bovaglio con sus jugadores festejando el ascenso a Primera División.

19 de Noviembre de 2022 23:12

Por Redacción 0223

PARA 0223

Instituto de Córdoba logró esta noche el ascenso a Primera División tras empatar 1 a 1 ante Estudiantes de Caseros, en la final de vuelta del torneo Reducido de la Primera Nacional, y beneficiarse con la ventaja deportiva tras el 0-0 de la ida. Los fanáticos coparon el estadio de Alta Córdoba con más de 27.000 personas, que verán al ‘albirrojo’ en la máxima categoría tras 16 años en la Primera Nacional. En la "Gloria" jugó Roberto Bochi, el exAlvarado.

El visitante abrió el marcador por intermedio del marcador central Juan Cruz Randazzo a los 14 minutos del primer tiempo, mientras que Fernando Alarcón a los 11' del complemento marcó la igualdad para la ‘Gloria’. Instituto acompaña así al otro elenco cordobés, Belgrano, que consiguió el ascenso directo al ganar el torneo. Los dirigidos por Lucas Bovaglio habían terminado una buena campaña en el Nacional logrando una segunda colocación que le permitió arrancar en el reducido en las semifinales, instancia en la que dejó en el camino a Defensores de Belgrano.

Una media vuelta de Alan Cantero para el visitante fue la primera opción que se convirtió en peligrosa, porque generó la reacción de Jorge Carranza, que debió esforzarse con una estirada sobre su palo izquierdo, cuando corrían nueve minutos. Antes había sido todo del local, que salió decidido a buscar el arco rival y aunque sin inquietar cerca del arco de Lucas Bruera, fue el que tomó la iniciativa desde el arranque. Sin embargo, se acomodaba en el campo el ‘Pincha’ y logró emparejar el trámite, hasta que llegó el tanto de Randazzo, que ganó en la puerta del área chica y con un frentazo claro acomodó la pelota junto al palo de Carranza, que nada pudo hacer para evitar la caída de su valla. Con el resultado favorable, los dirigidos por Walter Otta se sintieron cómodos con el desarrollo del juego, porque se abroquelaron bien en su campo, juntaron líneas de volantes y defensa, para cortar todo intento del local, que no lograba romper ese cerco, y con el correr de los minutos subía los nervios y la ansiedad. Aunque el trámite dio un giro sobre los 40 minutos de esa etapa inicial, porque el lateral izquierdo visitante Lautaro Lusnig se fue expulsado por una fuerte entrada contra Giuliano Cerato.

El hombre de menos fue demasiado problema para los de Caseros, que ya resignaban mucho en ataque y no podían descuidarse en el fondo, porque Instituto iba e iba, con más ganas que juego, pero decidido a alcanzar la necesaria igualdad. Ese 1 a 1 llegó con el tanto de Alarcón (en posición adelantada), que con una definición similar al tanto de Randazzo, cabeceó de pique al piso para vencer a Bruera y dejar las cosas como al inicio, resultado que le daba el ascenso. Se complicaron aún más los de Buenos Aires con otra expulsión. Es que el ingresado Elías Alderette se pasó de vueltas y por un encontronazo con Sebastián Corda, el árbitro Fernando Espinoza le mostró la tarjeta roja antes de la media hora del complemento.

Tras esa situación el encuentro se hizo de ida y vuelta, con un Instituto sin poder concretar las varias contras que dispuso, y con mucho orgullo Estudiantes se ilusionaba con encontrar alguna chance que le diera el tanto. Todo era nerviosismo, y el público no soltaba el grito de festejo por la incertidumbre que generaba la escasa diferencia en el marcador, aunque sobre el final no tuvo demasiadas opciones y el ascenso se consumó en favor de los locales, que sin sobrarle nada a pesar de los dos hombres de más, pudieron celebrar el esperado logro.