Maradona y los Mundiales, por todos los estados de ánimo posibles

El 25 de noviembre de 2020 Diego Armando Maradona pasó a la eternidad, y este Mundial lo extraña, pero lo tiene más presente que nunca. Un recorrido del "10" por la cita máxima. 

El último grito de Diego, en Estados Unidos 1994.

25 de Noviembre de 2022 12:37

Por Redacción 0223

PARA 0223

A la épica y la pasión con la que todos los argentinos vivimos el Mundial de Qatar, le falta el ícono más grande de la historia del seleccionado argentino de fútbol y el más representativo de la cita deportiva, Diego Armando Maradona. Este viernes se cumplen dos años de su fallecimiento, y vale el recuerdo del paso del "10" por la cita máxima.

Desde España 1982 -o Japón 1979 en el campeonato sub 20 obtenido- en adelante, Qatar 2022 es el primer Mundial sin Maradona. Luego de hacer historia dentro de la cancha con sus gambetas mágicas y goles increíbles, con el título obtenido en México ´86 y el subcampeonato en Italia ´90, el “Pelusa” de Fiorito siguió yendo a los Mundiales como un hincha más, y regresó con protagonismo como director técnico en Sudáfrica 2010. 

Tras su fallecimiento, el 25 de noviembre de 2020, el mundo entero no para de homenajear la emblemática figura de Diego Armando Maradona. 
Banderas, tatuajes, murales, canciones, y hasta un avión interactivo y ploteado con su figura que viajará a Qatar (Tango D10S). En Medio Oriente sucede lo mismo: los hinchas argentinos recuerdan en cada estadio, en cada calle, al autor del gol más lindo de la historia.

Maradona y los Mundiales, sinónimos 

En un repaso por el vínculo de Diego Armando Maradona con los Mundiales, resulta increíble observar cómo el astro argentino vivió -tal vez como una metáfora de su vida-, todos los estados de ánimo posibles: la frustración de juvenil al quedar afuera de la convocatoria en 1978, por decisión de César Luis Menotti; la impotencia en España ´82, su debut, por las patadas recibidas y un equipo que fracasó pese a las figuras; la gloria y su pico máximo como futbolista en México ´86 al ser campeón del mundo; la bronca y la injusticia en Italia ´90, con un tobillo maltrecho y perdiendo la final ante Alemania por un penal dudoso; la euforia primero y la rápida tristeza infinita en Estados Unidos ´94, comenzando como figura y echado por dopaje; y la decepción de Sudáfrica 2010, en su ansiada oportunidad como DT de la Selección y con un Messi que no gravitó en un equipo sin juego. 

España ´82, golpes recibidos y una roja

Luego de ser campeón mundial juvenil en 1979, de alcanzar la gloria con Boca Juniors en 1981, Diego llegó al Mundial de España ´82 recién transferido desde el "Xeneize" a Barcelona por 8 millones de dólares. Ya era reconocido a nivel mundial y se esperaba de él mucho, más aún en un seleccionado que defendía el título de 1978.

Debut opaco y expulsión. Maradona ve la roja ante Brasil, en el último partido de Argentina en el Mundial de España en 1982. El “10” fue víctima del juego brusco de los rivales y de un equipo que, pese a las figuras, no pudo revalidar el título de campeón del mundo.

Pero el campeonato fue una decepción. Y la palabra impotencia, la que mejor describe a la actuación del pibe de Fiorito. Su debut fue ante Bélgica, con derrota 1 a 0. Luego el equipo de César Menotti goleó a Hungría 4-1, y Maradona debutó en la red con un "doblete" a los 29´ y 57´. Argentina después venció a El Salvador, 2-0, sin mucho por destacar. La Selección clasificó segunda, detrás de Bélgica, y se topó con un grupo de dos rivales poderosos.

Italia, campeón a la postre, y Brasil. Ante los europeos, fue derrota 2-1 y quedó para la historia la marca de Claudio Gentile sobre Diego, al límite del reglamento. Y ante Brasil, fue caída 3-1. Y Diego vio su única roja en mundiales, a los 40´ del segundo tiempo por una plancha a Batista. Punto final, pero tendría revancha.

México ´86, la glorida máxima

Con un equipo que llegó llovido de críticas por clasificar al límite al Mundial, la Selección argentina alcanzaría la gloria en México, de la mano de un Diego Armando Maradona en su versión máxima. Nunca una actuación individual tuvo tanta incidencia en un equipo, en un campeonato de este tipo, y en apenas un mes.

El astro argentino anotó cinco goles en tierras aztecas, y quedó a uno del máximo goleador del torneo, el inglés Gary Lineker, de Inglaterra): uno ante Italia con un salto mágico  (1-1), dos ante Inglaterra (“la Mano de Dios” y “el gol del Siglo”) en cuartos, y dos a Bélgica en semis, también de calidad en sus definiciones. La particularidad es que el “10” también brindó cinco asistencias. Es decir, participó directamente en 10 de los 14 goles del equipo en dicho Mundial. Superlativo.

Italia ´90, la Copa estuvo cerca

Con un tobillo hinchado y golpeado, y un seleccionado que no mostraba más credenciales que el título a defender en México, Maradona se puso a Argentina al hombro para llevarlo hasta la final del Mundial de Italia 1990. Nadie imaginaría llegar al séptimo partido tras el fallido debut ante Camerún, con derrota 1 a 0. El elenco de Bilardo se recuperó en la fecha siguiente al vencer a Unión Soviética (2-0) y luego igualó 1-1 ante Rumania.

El 24 de junio, en octavos, tocó Brasil. Todavía se escuchan los remates en los palos del verdeamarelo. Pero Diego frotó la lámpara, gambeteó por el centro y dejó mano a mano a Claudio Cannigia para el 1 a 0 todavía festejado.

En cuartos, empate ante Yugoslavia 0 a 0, y triunfo en penales. Maradona falló el suyo pero Sergio Goycochea le dio la clasificación. En semifinales, el morbo. Argentina ante el local, Italia. Uno a uno y otra vez a la definición desde los doce pasos. Diego, en su casa de Nápoles, anotó el suyo y lo gritó con furia. Otra vez Goycochea sería el héroe. El 8 de julio se jugó la final ante Alemania, con derrota 1 a 0 por un penal dudoso. Las lágrimas del "10" como última foto.

Estados Unidos y el "me cortaron las piernas"

El dios del fútbol parecía resucitar en el Mundial de Estados Unidos 1994, pero no lo dejaron. Luego de la suspensión por dóping en Nápoli, dos pasos breves por Sevilla y Newell´s Old Boys de Rosario y la vuelta a la Selección en 1993 para clasificar en el repechaje ante Australia, Diego Armando Maradona se preparó como nunca, con esfuerzo, para su último Mundial como futbolista. 

El debut, ilusionó a todos. Un Diego en excelente estado físico y un equipo de lujo golearon a Grecia, 4 a 0, y el "10" anotó su golazo en el minuto 60. Grito a la cámara, al mundo. 

En la segunda fecha tocaría Nigeria, de gran nivel y candidata a revelación. Pero el conjunto de Alfio Basile se recuperó del 0-1 inicial, y Claudio Caniggia anotó por duplicado, el segundo con asistencia de Maradona en un tiro libre. Triunfo, festejo, el mejor jugador de todos los tiempos feliz, y la foto con la enfermera que lo llevaría de su brazo al control antidóping. Final conocido. "Me cortaron las piernas", y Argentina eliminada en octavos ante Rumania. Un adiós injusto para el señor del fútbol.

Sudáfrica 2010, como entrenador y otro golpe

Tras pedirlo a gritos en más de una oportunidad, Diego Maradona tuvo su oportunidad como entrenador de la Selección argentina en octubre de 2008. EL equipo clasificó agónicamente ante Perú con aquel gol de Palermo bajo la lluvia. Y el "10" volvió a un Mundial en Sudáfrica, con Lionel Messi como sucesor. 

El equipo tuvo una muy buena primer ronda: debut y triunfo ante Nigeria 1 a 0 (gol de Gabriel Heinze), goleada a Corea del Sur 4-1 (tres de Higuaín) 
y victoria 2-0 ante Grecia, con un gol de Martín Palermo. En octavos de final, el equipo de Diego dejó en el camino a México, 3 a 1 (dos de Tevez, uno de Higuaín). Pero en cuartos, Alemania le dio un baño de realidad táctica y futbolística para un 4 a 0 doloroso.

Rusia 2018, la despedida como iluminado

Todavía sigue fresca tal vez la última gran imagen icónica de Diego Armando Maradona en un Mundial, precisamente en Rusia 2018, luego de la agónica victoria de Argentina ante Nigeria para clasificar a octavos de final, en San Petesburgo. Un rayo de sol ingresó por el techo del estadio, y se posó sobre la figura del astro, que entendió el código supremo y abrió sus brazos como un Dios pagano, mientras abajo los hinchas argentinos sacaban fotos con sus celulares. Claro que allí, lamentablemente, ya no se lo observaba bien.  


 
La última. Diego Maradona, el 26 de junio de 2018, iluminado en el estadio de San Petesburgo en el partido que Argentina venció a Nigeria para clasificar a octavos de final. 

  Sonrisa genuina. Maradona y su reencuentro con la Copa del Mundo, en 2017.

Tras su enfrentamiento histórico con la FIFA primero de Joao Havelange y luego de Joseph Blatter, tras los escándalos de corrupción y la llegada de Gianni Infantino a la presidencia, Maradona terminó reconciliado y bien homenajeado por el ente máximo del fútbol mundial, que lo incorporó a distintos eventos de los últimos años. Así, en 2017 también pudo reencontrarse con el mismísimo trofeo que levantó el 29 de junio de 1986. 

"Es lo más lindo que te puede pasar como jugador de fútbol: saber cuánto pesa la Copa del Mundo, tenerla en tus manos. Somos miles y miles de jugadores y yo fui un privilegiado de saber cuánto pesa esa Copa. Le agradezco a dios por haberme hecho futbolista", señaló Diego en aquella ocasión, y deseó que los próximos jugadores argentinos "sepan cuánto pesa esta Copa". ¿Llegará otra mano de D10S?