Gabriela Exilart: “El texto surgió por una necesidad personal”

Pulsión (Sudamericana – 2022) es la nueva novela de Gabriela Exilart. Surgida de una necesidad personal, la historia refleja la voz de una madre y la violencia entre jóvenes.

18 de Diciembre de 2022 08:50

La dedicatoria del libro es clara y anticipatoria: “A la memoria de las víctimas de violencia en grupo, y a sus seres queridos”.

Gabriela Exilart aclara que “no hubo una idea previa, algo así como querer cambiar o hacer algo nuevo. Sino que fue algo que yo debía ficcionar, escribirlo para poder enfrentar una realidad que realmente ocurre”.

Porque la novela surgió como algo personal. No tenía destino publicable, más bien terapéutico. Un caso de violencia entre jóvenes que no puede ser enfrentado por una observadora y que necesita algo para poder resistirlo. Ese algo aparece en la escritura. “Esto fue una necesidad más personal a raíz de un hecho, un caso del que yo no podía acercarme a la noticia porque me hacía mal como mamá. Yo tengo tres hijos y ellos empezaron a salir de noche justo por esa época y la violencia a la salida de los boliches y el no poder dormir, en fin. Este caso tomó notoriedad y a mí me hizo mucho daño. No lo podía escuchar ni enfrentarlo, ni siquiera podía escuchar a las personas que hablaban en casa sobre el tema, no quería ver los noticieros y me peleaba con ellos porque no podía soportarlo. Entonces dije; ‘bueno, no puede ser que no pueda enfrentar una noticia’. Yo sano las cosas escribiendo y en el año de la pandemia empecé a escribir sobre esto. Ni pensaba en una novela, solo se me cruzó la idea sobre qué me pasaría a mí como mamá si mis hijos salieran una noche y al otro día a mí me llaman por teléfono y me dicen que uno de mis hijos está detenido por haber matado a otro a la salida del boliche. Me puse en esa situación y empecé a escribir en esa primera voz de mamá”, aclara Exilart.

La autora marplatense nunca pensó en su publicación, pasaron dos años hasta que decidió enviárselo a su agente, a principios del 2022, para que empezara a tomar forma de novela. Fue el primer crudo que Exilart enviaba sin pasar por sus “lectores 0”, aquellos que leen primariamente lo que luego se enviará para publicar.

Pulsión es una novela que nuclea dos tópicos como el silencio y la violencia.

-Fue una iniciativa terapéutica…

-Era bien mío. No sabía qué estaba haciendo porque era un proceso interno. Sí bombardeé a mi hijo Alejo con un montón de preguntas y cuestiones sobre la noche y la actitud de la juventud en ella. Necesitaba información, sobre todo sobre los pactos de silencios, indagar sobre las actitudes de cada uno de ellos cuando algo sucede y no se puede decir o no se quiere. Pero él no sabía que era para un texto. Recién al final se enteró.

-Es interesante porque uno, generalmente, suele pensar estos casos desde la voz de la madre de la víctima…

- … Yo no sé si hubiese podido escribir desde el punto de vista de la madre de la víctima. Como mamá no sé si hubiese podido. Ya esto me costó muchísimo. Más allá de esto, esta mirada me parecía mucho más interesante y poco tratada porque ¿quién piensa en esa otra mamá que también es víctima? Porque esto también lleva a replanteos: ¿Qué hacemos con nuestros hijos, cómo los educamos? ¿Se necesita una mala base para que un chico mate a alguien o es independiente? Entonces yo traté de ponerme en esa situación, qué le pasa a esa mamá que le dio lo mejor a su hijo, cree que le brindó lo mejor y que hizo todo lo mejor por su hijo y se encuentra en esas circunstancias. Por otro lado, también indagar en si conocemos a nuestros hijos. A veces yo pienso que mis padres no me conocen y yo, ¿conozco a mis hijos? Todas esas preguntas yo me las planteaba y las quise volcar en esta historia.

Pulsión está ambientada en una ciudad ficticia. Solo se identifica en su lectura la cercanía con la costa, con el mar, y solo una vez donde la protagonista habla de lo “feliz” que es la ciudad. Pero todo es ficción. Surge, nace, de un hecho concreto, pero no se pierde de vista que es ficción. Pulsión, novela corta y ágil que nuclea dos tópicos fuertemente: el silencio y la violencia.

-¿Qué espacio ocupa el silencio en la novela?

-Muy grande. Porque los que son portadores de secretos se debaten en esa especie de lealtad hacia el otro, hacia el amigo, que te lleva al silencio. ¿Hasta qué punto podés cargar con ese silencio? Y también aparece el silencio de la sociedad y el de la familia, cómo va mutando la relación con los pares, entre ellos y en los chicos, porque en un principio se genera esa especie de cofradía y eso cambia con el tiempo entre familias y entre los chicos. Y por supuesto el silencio de la madre. Ese silencio tan de ella sola.

-¿Y la justicia? Porque vos venís del derecho también…

-Sí. Quizás no quede muy bien parada la justicia. Tuve que refrescar un poco todo lo vinculado a los procesos penales en sí y la justicia no queda muy bien parada en cuanto a los abogados penalistas y en cuestiones del sistema propiamente dicho. Aparecen los padres que tiene dinero y los que no, los que pueden pagar un abogado y los que no, las miserias humanas.

Pulsión es su primera novela publicada por Sudamericana.

La novela se presenta como “un drama social que se acrecienta en la actualidad”. Una novela que surgió de una necesidad personal. Exilart confiesa que le costó muchísimo. Que lloró mucho más cuando investigaba para el texto, cuando tuvo que enfrentar el caso y las pericias, los testimonios y las fotos. “Todas esas cosas que me dolían. Pero yo creo que era la única manera de lograr que hoy pueda hablar de eso sin llorar, sin evitar desarmarme” dice.

Hablamos de situaciones que se repiten. De circunstancias violentas en medio de una sociedad más violenta todavía. De cuestiones que nos deberían empujar a pensar qué estamos haciendo con los chicos y chicas de esta generación. Exilart piensa en el lugar de la familia. Plantea que los adultos somos el espejo donde los chicos y chicas se ven. Ella agrega preguntándose: “¿Cómo los mantenés en una burbuja de empatía o serenidad si todo lo que los y las rodea, incluso a veces las propias familias están cruzadas por estas situaciones? Me parece que tenemos que ver también qué hacemos puertas adentro, para que los chicos mamen otra cosa y puedan salir a la calle a desparramar otros conceptos que no sea la violencia o el individualismo, el de la imagen, el de las redes, porque ahí entran a jugar los celulares, los videos, las filmaciones. Hay un choque en la esquina y en vez de ir a ayudar te ponés a filmar para subirlo a las redes, ¿cómo revertimos eso?” afirma.

El cambio de género no le preocupa a la autora. Es más, asegura que le sumará nuevos lectores y lectoras. Se siente acompañada por la editorial y ya entregó una novela histórica para publicar el año que viene.

Pulsión nos trae la voz de una madre dolida y la mirada puesta en las víctimas, en las marchas, en la violencia. Escrita desde adentro, la novela es el símbolo del drama social y de sus cimientos, la naturaleza humana.