A un año del crimen en el neuropsiquiátrico “Clara del Mar”: "Pase lo que pase, queremos Justicia"

La familia de Hilario Benitez González, el hombre de 77 años con mal de Alzheimer que hace exactamente un año fue ultimado a golpes por otro paciente de 24 en el neuropsiquiátrico “Clara del Mar”, todavía no acusa mayores avances en la investigación del crimen y pide que pronto se determine la imputabilidad del homicida para saber si podrá ser juzgado y condenado.

“Lo único que queremos es Justicia, pase lo que pase. Necesitamos que se compruebe si Maximiliano Roldán es inimputable o no. Solo pedimos Justicia”, insistieron dos de las hijas de Hilario, al cumplirse este miércoles el primer aniversario del asesinato.

En declaraciones a 0223, la mujeres - que pidieron la nota pero con reserva de identidad - reconocieron que la muerte violenta tuvo un fuerte impacto para la familia: de hecho, tres meses después se produjo la muerte de otro de sus hermanos, de 43 años. “Esto claramente tuvo que ver. El crimen de mi papá fue un proceso muy angustiante para todos”, lamentaron.

Ambas consideraron que “falta mucha investigación” en la causa que permanece en trámite de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°4, a cargo de la fiscal Andrea Gómez. “Va todo muy lento y nosotras lo que necesitamos son respuestas por lo que pasó”, acusaron.

Las familiares, además, señalaron que los responsables del establecimiento de salud mental ubicado en Corbeta Uruguay al 3400 no se han puesto en contacto desde el trágico suceso. “Queremos que el psiquiatra, los enfermeros y los asistentes sean aprehendidos con el peso de la ley por negligencia”, reclamaron.

“Esta clínica está llena de denuncias. Acá hay casos de todo tipo. Y la fiscal sabe todo lo que ha acontecido en el lugar. Mucha gente se contactó con nosotras después de lo que le pasó a papá. Todos quieren ayudarnos pero nadie quiere salir a dar nombres por miedo”, aseguraron.

Hilario Benitez González había ingresado a “Clara del Mar” el 24 de marzo del 2021. Permaneció un mes y medio, se lo derivó a un hogar y después regresó al neuropsiquiátrico durante una semana. En el cierre de esa semana, compartió la habitación con Roldán, quien lo mató a golpes.

El joven, según aseguraron las hijas del adulto mayor, permanecía internado en el lugar por problemas de adicciones. “Este asesino estaba ahí por mala conducta, porque no lo querían en centros de rehabilitación. Y en la clínica supuestamente se empezó a portar bien y hasta nos dijeron que ya estaba para que le den el alta”, afirmaron.

“Después del asesinato, los médicos nos pidieron disculpas y nos dijeron que realmente no imaginaban que Roldán podía llegar a hacer esto. Tampoco nos supieron decir quién fue la enfermera que tenía que controlarlos”, reprocharon, y concluyeron: "Sea imputable o no imputable, este asesino tiene que estar privado de su libertad porque es un peligro para la sociedad".