Hundimiento de cráneo: antes de enterrarlo, al comerciante de Las Toninas lo mataron de un golpe en la cabeza

Aarón González Rodríguez sufrió una fractura del hueso temporal derecho. Tenía 46 años y su amigo y empleado es el principal imputado por el crimen.

El lugar en donde la policía bonaerense halló enterrado el cuerpo del comerciante de Las Toninas.

21 de Octubre de 2025 18:47

Por Redacción 0223

PARA 0223

El espeluznante homicidio del que resultó víctima el comerciante costero Aarón González Rodríguez arrojó nuevas novedades a partir de la autopsia realizada sobre su cuerpo, hallado enterrado en el patio trasero de su vivienda en la localidad de Las Toninas la semana pasada. Por el hecho la policía detuvo a su amigo y empleado, Blas Sosa, de 35 años.

La investigación por el crimen que conmocionó a la comunidad local continuó con el informe forense que determinó que el empresario de 46 años murió de manera instantánea a causa de un fuerte golpe en la cabeza.

González Rodríguez, propietario de la fábrica de pastas “El Raviolito”, situada cerca de su casa, sufrió una fractura del hueso temporal derecho con hundimiento de cráneo.

La fábrica de pastas “El Raviolito” que manejaba el comerciante asesinado.

Asesinado 20 días antes de hallar el cuerpo

Además, los peritos estimaron a través de la autopsia que la muerte del comerciante se sitúa 20 días antes del hallazgo de su cuerpo, encontrado el miércoles pasado enterrado a un metro y medio de profundidad.

La investigación de la policía bonaerense concluyó en que su amigo, empleado e incluso compañero de un dúo musical, Blas Sosa, había sido el autor del crimen. Dentro de la casa en la que vivían ambos los peritos detectaron manchas de sangre en el baño y debajo de una escalera.

Efectivos de la DDI en uno de los allanamientos realizados en Las Toninas.

La investigación apunta a que el homicidio de Sosa habría sido cometido para apropiarse de los bienes del empresario. El asesino llegó a vender un automóvil Volkswagen Vento de la víctima y fingió ser él a través de su teléfono celular, enviando mensajes y fotos falsas desde supuestos viajes a Brasil.

El acusado permanece detenido a disposición del fiscal Martín Prieto, mientras se analiza el rol de su pareja, sospechada de participar en la venta del vehículo y posible encubridora del crimen.