La ingeniera marplatense que está al frente de proyectos que revolucionan una industria masculinizada

En un mundo tradicionalmente dominado por hombres, Julieta, a sus 29 años, dirige con pasión y destreza proyectos clave en la industria metalmecánica. La perseverancia y el conocimiento que demuestra la joven marplatense allanan el camino para otras mujeres en un sector en constante evolución.

Julieta Municoy es marplatense, ingeniera industrial y con apenas 29 años lidera los proyectos de una de las empresas referentes en la fabricación de equipos para la extracción de petroleo.

7 de Octubre de 2023 17:10

Julieta Municoy es de Mar del Plata, se formó en la universidad pública de la ciudad como ingeniera industrial y comenzó a trabajar en 2018 en QM Equipment, empresa radicada en el Parque Industrial y Tecnológico General Savio. La firma se dedica al diseño y desarrollo de equipos complejos de asistencia a pozo para extracción de petróleo y es una marca referente de Argentina para la provisión de equipos de fractura, cementación y estimulación.

Julieta irrumpió en una industria históricamente masculinizada con apenas 24 años: "Al principio, era la única mujer en la oficina. Todos mis compañeros eran hombres, lo cual fue todo un desafío", comenta a 0223. Sin embargo, su determinación y habilidades demostraron rápidamente que no había obstáculos que pudieran detenerla.

Empezó como empleada y fue ganando terreno hasta ser hoy la líder de los proyectos que se llevante adelante. "Estudié ingeniería industrial con mi corazón en realidad en la ingeniería mecánica. La verdad, nunca estudié ingeniería mecánica porque es una carrera muy machista. Y también el campo laboral es mucho más limitado. Yo pensaba que me gustaría trabajar en una metalúrgica. Me gustaría trabajar con motores, grasa y todas esas cosas. Si no sale, tengo un montón de herramientas como ingeniería industrial para elegir otras cosas", relata a propósito del camino que la llevó a elegir su formación profesional.

Tras graduarse en la Facultad de Ingeniería, y gracias a una beca de intercambio en Toulouse, Francia, Municoy desarrolló un proyecto de eficiencia energética que sería la base de su tesis de grado. Hoy realiza el seguimiento de este proyecto diseñado y producido a partir de los saberes y capacidades locales.

Y finalmente logró trabajar con motores, grasa y esas cosas. En la actualidad su trabajo abarca, por ejemplo, la gestión de 20 fracturadores para la reconocida empresa Tenaris, equipos de 3000 HP de potencia, fundamentales en la explotación de Vaca Muerta. No solo ha supervisado la entrega de 10 de estos monstruos tecnológicos, sino que también está inmersa en el desarrollo de nuevos proyectos, como cabinados para minería y equipos de apoyo a fracturas. "Una de las fortalezas de nuestra empresa es la personalización de proyectos para adaptarnos a las necesidades de cada cliente", explica la joven ingeniera. Este enfoque ha llevado a Julieta y su equipo a crear soluciones a medida, marcando la diferencia en la industria.

De hecho, recientemente el Gobierno nacional destacó la nueva bomba de fractura de 5000 HP que desarrolló QM y que tiene como principal innovación la utilización de una turbina de gas natural que se extrae directamente del pozo y que reemplaza al tradicional gasoil. Esto permite un ahorro de casi el 40% en los costos y una mejora en la operatividad, al proveer de flotas más compactas y actualizadas, con mejores resultados en términos de mantenimiento, seguridad del personal y logística. Además, contribuye al cuidado de los recursos naturales, ya que el uso de combustible limpio permite disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero durante las operaciones. En términos operativos, una flota de 5 sets de fractura y 20 taladros tiene actualmente un costo anual de USD 170 millones y emite 602 toneladas de CO2, mientras que con turbinas de gas, esa misma flota consume USD 32 millones y emite 467 toneladas de CO2.

Pero el camino hacia el liderazgo no ha estado exento de desafíos: la ingeniera marplatense reconoce que tuvo que aprender a manejar las emociones y a demostrar su valía en un entorno que no siempre reconocía su potencial. Es que su papel como líder en espacios completamente dominados por varones no solo requiere habilidades técnicas, sino también una gran fortaleza emocional. "A veces, siento la necesidad de reprimir mis sentimientos para no mostrar debilidad. Es una realidad que muchas mujeres enfrentamos en este campo", confiesa, en una entrevista con 0223.

Julieta Municoy se visualiza como un ejemplo para otras mujeres que deseen ingresar a la industria metalmecánica.

La influencia de su abuelo y el apoyo incondicional de su familia fueron pilares fundamentales en su desarrollo. "Mi abuelo siempre me dijo que no había límites para lo que podía lograr. Esa confianza fue crucial para que yo pudiera sobreponerme a las adversidades", relata. "Un día mi abuelo me dijo: 'Me siento orgulloso de cómo te logras desempeñar en un mundo en el que una mujer no tenía nada para decir en otro momento'", cuenta Julieta en referencia a cómo un hombre que pertenece a otra generación puede reconocer que en otro momento por el solo hecho de ser mujer no podía tener voz en ese ámbito.

A pesar de los obstáculos, Julieta Municoy se visualiza como un ejemplo para otras mujeres que deseen ingresar a la industria metalmecánica. El crecimiento personal y profesional es evidente, y semejante determinación es una inspiración para aquellos que buscan desafiar las normas establecidas en un mundo laboral en constante evolución. La joven ha demostrado una admirable capacidad para sobreponerse y ocupar espacios de liderazgo. Su historia es un testimonio inspirador para las mujeres que buscan abrirse camino en industrias tradicionalmente ocupadas por hombres.