De un taller mecánico al smartphone: el curioso recorrido del juego tragamonedas

Las máquinas tragamonedas viven una segunda juventud gracias a su versión online. Sin embargo, pocos saben que este juego tan de actualidad cuenta con más de un siglo de historia.

20 de Noviembre de 2023 11:20

Por Redacción 0223

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Con la expansión del internet, debido a un mayor acceso al celular inteligente (smartphone), son muchas las prácticas tradicionales que están resurgiendo y que vuelven a ser tan populares o más, que décadas atrás: desde escuchar la radio, ahora gracias al formato podcast, hasta jugar al ajedrez.

El de las máquinas tragamonedas es uno de esos casos de cómo una actividad que parecía relegada al olvido vuelve a estar en plena actualidad gracias a las nuevas tecnologías. Un juego que, en esencia, sigue la misma dinámica con la que fue concebido a finales del siglo XIX.

 

El origen: las tragamonedas y la Campana de la Libertad

Son varias las historias, sobre todo las que provienen de Estados Unidos, que sitúan el origen de grandes invenciones en un humilde garaje. Uno de los ejemplos más conocidos es el de Apple, que ha evolucionado de la computadora desarrollada en el garaje de los padres de Steve Jobs a un imperio que incluso permite hacer pagos con el teléfono.

Años después de su creación, uno de sus cofundadores, Steve Wozniak, aclaró que aquello de que Apple había nacido en un garaje es más bien un mito. Probablemente, esa leyenda tenga que ver con una tradición real de invenciones surgidas del ingenio de personas anónimas que pasan de ser una simple afición a ser un icono conocido en el mundo entero. Historias en las que, además, suele haber conflictos sobre quién inventó qué y otras tramas que darían para el guión de una película. Como sucede con la historia de las máquinas tragamonedas.

Pese a que ya se habían desarrollado aparatos similares años antes, todas las fuentes consideran que el padre de las tragamonedas es Charles Fey. Nacido como August Fey en Bavaria (Alemania) en 1862, emigró a San Francisco (Estados Unidos) donde empezó a trabajar como mecánico eléctrico hasta fundar su propia compañía junto con Gustav Friedrich Wilhelm Schultze y otro socio.

En la época ya existían los “slots”, que es como se conocen a las tragamonedas en inglés, ya que “slot” hace referencia a la “ranura” por donde se introducen las monedas. En 1893, Schultze inventó el primer slot que, en vez de necesitar una persona que diera el premio, permitía hacer un pago automático, que normalmente eran tiques o tokens. Fey mejoró esta Horseshoe Slot Machine con una versión que directamente pagaba en monedas; un invento que dejó en la sombra al de su antiguo socio.

Ese slot se hizo muy popular, pero el gran punto de inflexión fue la invención, en 1898, de la máquina tragamonedas Liberty Bell. Este diseño de Fey es el germen de las actuales tragamonedas: era una máquina de tres carretes que giraban tras introducir una moneda y accionar una palanca. Los símbolos eran diamantes, picas, corazones y unas campanas que hacían referencia a la Campana de la Libertad, que pocos años antes se había convertido en un símbolo del final de la esclavitud. Esta máquina que marcaría el estándar de las tragamonedas también incluía un mecanismo para distinguir las monedas reales y rechazar las que no lo eran.

La Liberty Bell se hizo tremendamente popular en todo el país, pero como el juego no estaba permitido en California, nunca se pudo registrar la patente. A Fey le surgieron múltiples competidores, entre ellos, Herbert Mills. Este fabricante de juegos de arcade de Chicago, en 1907, hizo una réplica de la Liberty llamada Operator Bell, que fue la primera tragamonedas en llevar los símbolos de frutas.

Estas tragamonedas mecánicas se hicieron tremendamente populares en los Estados Unidos, pero su producción era costosa. Habría que esperar unas cuantas décadas para que volvieran a resurgir.

 

Máquinas tragamonedas electrónicas: el inicio de una nueva Era

Las nuevas generaciones han conocido estas máquinas directamente en su versión digital. Pero las tragamonedas online de las plataformas virtuales también pueden contar su propia historia. Y esta empieza con la introducción de las máquinas electrónicas en los años 60.

El primer juego que se lanzó como aparato electrónico fue Paces Races, en 1934; básicamente, se trataba de la animación de un caballo. Como sucede a menudo, este juego electrónico quedó en un experimento y no fue hasta 30 años después que llegó su auténtico boom. Y fue gracias a una tragamonedas.

En 1964, se presentaron las primeras máquinas electromecánicas de tragamonedas; unas fuentes indican que la primera fue la compañía Nevada Electronic con una tragamonedas llamada 21, mientras que otras señalan a la Money Honey de The Bally Manufacturing Co. A estas les siguieron las versiones electrónicas de otros juegos clásicos, por ejemplo, de poker, dados o carreras de caballos. Hoy en día, aquellas primeras tragamonedas que funcionaban con botones en vez de palancas son objeto de coleccionista.

Una década más tarde, hacia finales de los 70, llegaron las primeras “video slots”, pariente directo de las actuales tragamonedas online. El mérito de la creación de estos juegos electrónicos que sustituían los carretes por pantallas se atribuye a la compañía Fortune Coin de Las Vegas. Tras su aprobación por el estado de Nevada, su éxito fue tal, que la ciudad se llenó de locales dedicados a estos juegos.

 

La revolución de Internet llega a las tragamonedas

A nivel de usuario, la evolución de internet y de los casinos online ha ido en paralelo. En los años 90, cuando la Red empezó a ser de uso doméstico, comenzaron a desarrollarse las primeras webs de casino con juegos clásicos, como las tragamonedas, que adaptaban su versión electrónica al entorno digital.

El uso de internet fue creciendo y, a su vez, lo hizo la complejidad y popularidad de estos casinos y juegos online. Hace apenas una década, 3 de cada 4 argentinos ya tenía acceso a Internet; según datos de 2022, hoy es más de un 96% de la población la que se conecta de manera habitual, especialmente a través del celular.

Esto ha llevado a una nueva transformación de las tragamonedas. El celular permite jugar en cualquier lugar y momento a un entretenimiento que sigue siendo sencillo en su funcionamiento básico, pero que ha mejorado espectacularmente en cuanto a jugabilidad, diseño gráfico o posibilidades de premio. De aquella Liberty Bell de tres carretes se pasó a un enorme catálogo de títulos con temáticas de todo tipo que siguen fascinando más de 100 años después de su creación.