Boca no pudo con la séptima y Fluminense es el nuevo campeón de la Libertadores

En un partido que no tuvo un dominador y se definió por detalles, los "cariocas" hicieron dos jugadas de las suyas y metieron dos golazos para derrotar por 2 a 1 al "xeneize" en tiempo suplementario. Se derrumbó el sueño del equipo de Jorge Almirón en el Maracaná.

Felipe Melo levanta los brazos.El experimentado defensor, reconocido hincha de Boca, dejó sus sentimientos de lado y festejó la copa con su equipo.

4 de Noviembre de 2023 19:46

Por Redacción 0223

PARA 0223

En un partido mal jugado, sin demasiadas situaciones de gol, Fluminense aprovechó dos jugadas propias de su estilo para consagrarse campeón de la Copa Libertadores por primera vez en su historia, tras superar a Boca por 2 a 1 en la final jugada en el Maracaná de Río de Janeiro. El conjunto de Jorge Almirón no pasó demasiadas zozobras, pero careció de profundidad y no funcionaron varios de sus habituales puntos altos. Forzó el suplementario y, en un error defensivo, Kennedy metió un derechazo que se mete de lleno en los libros del fútbol continental.

Fluminense tomó el protagonismo de entrada, pero a ese manejo de pelota con más del 80% de posesión, no le pudo agregar profundidad y no llevó peligro al arco de Sergio Romero. Pasado el aluvión de ese cuarto de hora inicial, el conjunto de Jorge Almirón se adelantó, se soltó, y empezó a encontrar algunos pases que lo acercaron al arco de Fabio. La más clara fue en una de las pocas apariciones de Valentín Barco, que filtró para Edinson Cavani e, increíblemente, el goleador uruguayo tocó atrás cuando estaba en buena posición para definir y diluyó la jugada. Lo que siguió fue un trámite equilibrado, muy peleado, lento, y sin situaciones de riesgo de ninguno de los dos lados. Esa apatía se rompió a los 36', cuando Keno se fue a la derecha y se juntó con Arias para hacerle el 2-1 a Fabra (Barco no lo asistió) y el centro atrás encontró la pierna derecha del goleador Germán Cano para sentenciar a Romero y abrir el marcador. Ese fue el peor momento del "xeneize" que sintió el impacto y esperó ansioso el final del primer tiempo para reacomodar piezas.

Al complemento, Boca salió más adelante y Fluminense cedió la iniciativa, con pocas opciones de contra ataque. Otra vez, los de Almirón se repitieron en pases entre sus volantes sin aceleración, desbordes que no terminaban en centros o no llegaban a destino. Hasta que Luis Advúncyla repitió su habitual jugada de esta Copa, enganchó de derecha al centro y metió un zurdazo bárbaro que se clavó contra la base del caño derecho de Fabio para sellar la igualdad a los 28'. Con el envíon, Boca trató de empujar, Benedetto y Langoni supusieron mayor profundidad, pero no terminaron de incidir en los últimos metros. La última de los 90' fue para Barbosa que entró totalmente libre por la izquierda y definió afuera, para devolverle la respiración a los más de 30 mil bosteros que se hicieron sentir en el Maracaná. 

La historia se estiró hasta el tiempo extra, y Boca parecía mejor plantado, tenía la pelota sin poder entrar, pero al menos no sufría. Sin embargo, una mala salida de Pol Fernández y una mala decisión en el medio, terminaron cambiando el curso del partido. Fluminense presionó y recuperó, Keno la bajó de cabeza y Kennedy, a la carrera, metió una volea extraordinaria que se abrió y se clavó contra el caño izquierdo de "Chiquito". El festejo del juvenil metiéndose en la tribuna le valió la segunda amarilla y el "xeneize" tenía 20 minutos para tratar de forzar los penales. Sin embargo, en la ultima jugada del primer tiempo extra, una acción en el área local pareció claro penal, pero Roldán sólo fue a revisar un golpe de Fabra a Nino, expulsó al colombiano y casi sentenció la historia. En los 15', Flu casi no jugó, se fueron tirando alternadamente para dejar correr los minutos, Boca no tuvo ideas, movió la pelota sin claridad y llenó de centros o intentos de remates desde afuera.

El pitazo final sonó como una daga. Boca dejó pasar la chance de su séptima Libertadores. Se terminaron las coincidencias, el "7" seguirá siendo el combustible de un equipo que ahora, estará obligado a ganar la Copa Argentina o sumar todo lo que queda en la Copa de la Liga para meterse en la próxima edición, que si no pasa podría ser un duro golpe para el club y para la dirigencia de Juan Román Riquelme de cara a las elecciones de diciembre.