Neosoltería: ¿Libre o triste?

Cada 13 de febrero se celebra el Día Mundial del Soltero, como homenaje a todos los solteros o singles del mundo que no celebran el Día de los Enamorados. Son muchas las personas que se sienten frustradas por estar solteras, sin embargo hoy se flexibilizó el paradigma de la pareja y la soltería, y surgen nuevas formas de vincularnos.

13 de Febrero de 2023 15:47

Cada 13 de febrero se celebra el Día del Soltero. Por definición, estar soltero significa "no estar casado/a". Es decir, que se describe ese estado civil en contrapunto con otro, y no en vano, con el que se ajusta a los estándares sociales establecidos: la institución matrimonial.

Durante siglos, la soltería fue muy cuestionada, lo que generó que se instalaran frases alentadoras como “Ya vas a encontrar a la persona indicada” y esta es una de las razones por las que, aún hoy en día, se considera a la soltería como un momento de transición entre una pareja y otra. Así como también, al sostener discursos como: "Qué raro que nunca se casó. Por algo no tiene novia”, constituimos aún más la vergüenza individual.

Son muchas las personas que se sienten frustradas por estar solteras porque en esta sociedad parejocentrista pareciera que el éxito personal lo logramos solo cuando estamos en pareja. De hecho, al escribir en Whatsapp la frase: “En este momento prefiero estar sola”, la aplicación sugiere emoticones que denotan tristeza y frustración. Esta función de asignar emojis a determinadas palabras sirve para “ser más expresivos”. Pero ¿Por qué las caritas tristes? ¿Cómo influye esto en la sociedad? Perpetuando estereotipos que son generalizaciones que terminan por ser totalmente aceptadas: “¿Debería estar triste por estar sola?”.

La consecuencia directa es la construcción de un prejuicio, juzgamos socialmente. Todo esto genera presión para ajustarse a los estándares sociales establecidos: casarnos, tener hijos, un perro y solo así, alcanzar la felicidad. Cualquier transgresión a la institución matrimonial, culturalmente, la percibimos como una desviación. Esto puede provocar anuptafobia: un miedo persistente a no tener o quedarse sin pareja. Se vive con angustia y desde la necesidad. Es obsesionarse con la idea de estar con alguien y hasta se convierte en casi en el único objetivo porque se invierte mucho tiempo y energía en la búsqueda constante de una pareja. Para estas personas la frase “mejor solo que mal acompañado” casi que no tiene sentido.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), se comprobó que Mar del Plata lideraba el podio de la ciudad con menos solteros del país, con sólo un 26% de la población sin pareja, según el análisis del especialista Pablo Tiscornia.

Sin embargo, no todo es color de rosas. Según el Registro Provincial de las Personas, hubo más de 24 mil divorcios en la provincia de Buenos Aires durante 2021.

Pasan los años y la sociedad se transforma, es cada vez más líquida y con miles de opciones. Por eso aparece el fenómeno de la “neosoltería”: un estado civil elegido donde prevalecen los valores individualistas y se prioriza el éxito profesional y económico, pero no el sentimental.

 

Entonces hoy ser soltero podría implicar el desafío de repensar la pareja por fuera del matrimonio y sentirse bien con eso. Así como también, amigarse con los nuevos formatos de pareja como el poliamor o la pareja abierta. O los chogos y chongas, que serían vínculos sexoafectivas, un amigo/a con quien tenés sexo pero con quien tenés responsabilidad afectiva, es decir, tenés en cuenta que tus acciones repercuten en la otra persona que tiene sentimientos. El desafío estará en tratar de vivir esa incertidumbre sin miedo y que aunque compartan un ratito juntos sea una oportunidad para disfrutar el presente.

Elegir no estar en pareja hoy es una opción. Se flexibilizó el paradigma y la soltería, de a poco, se está convirtiendo en una situación elegida. Esto no es ni mejor ni peor, es distinto.

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