El militante que impidió el magnicidio contra Cristina Kirchner: "Volvería a hacer lo mismo"

La secuencia duró apenas un segundos. No llegó a ver el momento exacto, pero los gritos de la militancia lo pusieron en alerta. En un rápido accionar, Federico García entró a los empujones y redujo a Fernando Sabag Montiel, el hombre acababa de gatillarle a centímetros de la cabeza a Cristina Fernández de Kirchner cuando la vicepresidenta saludaba a sus seguidores y se disponía a ingresar a su departamento del barrio porteño de Recoleta en la noche del 1 de septiembre de 2022.

García es concejal de la Municipalidad de Presidente Perón y secretario del Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (Satsaid). Además, es integrante de la corriente 13 de Abril que conduce Walter Correa, el ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, a quien acompañó este lunes en el plenario sindical que encabezó en Mar del Plata.

Aquella noche, García formaba parte del equipo de militantes que estaba a cargo de acompañar a la vicepresidenta y oficiaba de seguridad entre los propios kirchneristas. Sin quererlo, el destino lo ubicó en tiempo y espacio para evitar el magnicidio que se planificó contra la principal figura dirigencial de la coalición de gobierno.

"Como militante y ser humano no me lo voy a olvidar más. Atentaron contra la vida de Cristina Fernández de Kirchner, pero también contra la de un ser humano. Los medios intentaban instalar que un loco quiso matarla, pero era alguien que sabía lo que iba a hacer", contó García en declaraciones a 0223.

El hombre que le salvó la vida a la vicepresidenta contó que los gritos de la multitud lo alertaron de la situación y rápidamente actuó entre los presentes para reducir a Sabag Montiel, con quien forcejeó y alcanzó a retirarle el arma Bersa calibre 380 que había llegado a gatillar a centímetros de la vicepresidenta.

"Lamentablemente a mí me tocó estar ahí, cualquier compañero lo hubiera hecho sin ninguna duda. Me tocó detenerlo y entregarlo a la Policía. Tuvimos que apartarlo porque la militancia podría haber hecho cagadas", rememoró. Luego, un compañero suyo le indicó dónde había quedado el arma que tuvo que resguardar hasta la llegada de la Policía. "Vimos todo el panorama, la situación que estaba pasando y la desesperación de la militancia", afirmó.

Pasaron seis meses del intento de magnicidio y García todavía no cree que se haya llegado a esa situación límite, a pesar de que había advertido una escalada de violencia en los días previos en los que la funcionaria egresaba e ingresaba a su departamento del barrio porteño de Recoleta, como también cuando el gobernador Axel Kicillof y el diputado Máximo Kirchner sufrieron maltrato por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. "Estuvimos donde había que estar. Volveríamos a hacer lo mismo porque Cristina le devolvió los sueños a los trabajadores", completó.

En el plenario que se realizó este lunes en Mar del Plata, las principales centrales obreras del país respaldaron las candidaturas de Kicillof y Fernanda Raverta a nivel provincial y local, respectivamente, y pidieron por el fin de la "proscripción" contra la vicepresidenta.