Alberto Fernández promete comenzar a recuperar el parador Ariston antes de terminar su mandato

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció este jueves que las obras para recuperar el parador Ariston, la emblemática joya de la arquitectura moderna emplazada en Playa Serena a metros de la ruta 11, comenzarán antes de que finalice su mandato.

En el marco del acto que encabezó para reinaugurar la Casa del Puente, el mandatario nacional destacó la decisión política de su gestión de rescatar y poner en valor distintos edificios históricos que configuran el patrimonio del país.

Tras destacar la puesta en valor de la Casa del Puente y la labor que llevó adelante Magalí Marazzo, directora de la Secretaría de Obras y Planeamiento Urbano de la Municipalidad de General Pueyrredon, Fernández anunció la recuperación de otro edificio emblemático: "Antes de que termine mi gobierno, el parador Ariston habrá comenzado a ser recompuesto". "Tenemos que comprar el edificio", le aclaró fuera de micrófono el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.

"Tenemos que hablar con los dueños para hacerles entender que no es de su patrimonio, sino de todos los argentinos. Debemos preservarlo para el disfrute de los marplatenses y los argentinos", replicó el presidente.

A principios de marzo, un grupo de profesionales de La Plata viajó a Mar del Plata exclusivamente para tomar muestras de la estructura y relevar el estado en el que se encuentra, aunque a simple vista su estructura corre un riesgo bastante grave.

La propia Marazzo le había comentado a 0223 que "la idea es que el Parador Ariston vuelva a tener su función original, que la gente vuelva a subir a ese espacio a tomar un café y ver el mar como fue en su momento de gloria".

"Argentina tiene un presidente que valora mucho el arte y Mar del Plata es poseedora de muchas obras importantes", destacó el presidente Fernández desde el estrado, acompañado por Marazzo, Katopodis y el ministro de Cultura, Tristán Bauer.

En un mes finalizan las obras en los hoteles de Chapadmalal

En su discurso, Fernández también anunció que en un mes finalizarán las obras que se llevan adelante en el hotel Nº4 de la Unidad Turística de Chapadmalal. "En un mes terminamos todos los hoteles de Chapadmalal", ratificó.

A su vez, también reveló que en breve se realizará el llamado a licitación para llevar adelante obras en el museo municipal de arte Juan Carlos Castagnino, además de destacar la puesta en marcha de las obras en el espacio Saturnino Unzué.

"Gobernar dos años con pandemia, un año con guerra y otro con sequía no se lo deseo a mi peor opositor. Aún así, nunca nos detuvimos. Preservamos el trabajo, la industria y el arte. Nunca nos detuvo toda la adversidad. Que nunca la adversidad nos detenga y saquemos la fuerza enorme que tenemos como pueblo para seguir cuidando nuestra historia y el patrimonio cultural que tenemos", completó.

La historia del Parador Ariston

En completo estado de abandono y ruinoso, el Parador Ariston le fue encargado al húngaro Marcel Breuer en 1947 por los dueños del Parque Playa Serena. La idea era valorizar la zona, por lo que se erigió para ser un íntimo lugar de reunión social, danza, té y cocktails.

El edificio, que se inauguró el 11 de febrero de 1948 a metros de la ruta 11, cuenta con dos áreas bien diferenciadas. En la planta baja se ubica el hall de llegada, los guardarropas, baños y dependencias de servicio. Mientras que el primer piso es lo que tiene su característica forma de cruceta o trébol de cuatro hojas, con “salón, bar-cocina fría, pista de baile revestida con chapas de metal inoxidable sobre entablonado de madera machihembrada”.

El Ariston, única construcción de Breuer en Latinoamérica, tuvo su esplendor en los años ‘50 cuando funcionó como confitería y restaurante. Tenía mesas pegadas a las ventanas que rodeaban la estructura, con una privilegiada vista al mar.

Sin embargo, luego comenzó a caer en desgracia. Durante los años ’70 funcionaron allí distintas confiterías y en los ’80 fue el turno del café-bar Bruma y Arena. Albergó también la Discoteca Maryana y al inicio de los años ‘90, funcionó en un anexo al edificio la Parrilla Perico. Estos usos modificaron la estructura original, y degradaron su diseño. Desde 1993 se encuentra abandonado por completo.