El mensaje de Gabriel Katopodis en medio de la crisis: "Pasado mañana no se termina Argentina"

El ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, pidió "no destruir todo lo que nos permitió llegar hasta acá" al inaugurar este jueves por la tarde en Mar del Plata la restauración de la Casa sobre el Arroyo, popularmente conocida como la "Casa del Puente".

En medio de la corrida cambiaria y el complejo contexto inflacionario, el funcionario buscó transmitir un mensaje de tranquilidad y brindó un fuerte respaldo a los resultados de la gestión de Alberto Fernández.

"No vamos a morir todos mañana ni pasado mañana se termina Argentina como nos quieren hacer creer. No está todo mal. Sirvió en estos años, con el liderazgo de Alberto, hacer obra pública en toda la Argentina", expresó Katopodis.

Bajo la misma línea, el ministro sostuvo que "sirvió cuidar el empleo y la industria en la peor tragedia sanitaria de nuestro país" y que "sirvió y sirve que apostemos a la educación pública y el conocimiento". "Siempre que la Argentina que salió adelante se agarró de esas amarras. Fueron esas las palancas con las que siempre, cuando tuvimos situaciones complejas como las que tenemos, pudimos salir adelante", afirmó.

"No destruyamos todo lo que nos permitió llegar hasta acá para poder ir por todo lo que falta", pidió Katopodis, quien agregó: "Trabajamos con la convicción de construir una Argentina estable y seria que le de más tranquilidad a cada vecino y vecina. El rumbo, la meta, la tarea con la que trabajamos todos los días es estar a la altura de lo que cada argentino se merece".

"Esta casa expresa una generación que confiaba en lo que Argentina podía lograr"

Para el ministro, la reinauguración de la "Casa del Puente" tiene "un sentido y un significado especial". "Esto es la expresión de aquel movimiento moderno, de aquella generación que tenia mucho optimismo y confianza por lo que Argentina podía lograr. Esta obra expresa eso. Nos paramos acá para mirar bien lejos. No hay dudas que recuperando el patrimonio cultural e histórico también estamos recuperando nuestro ser nacional", aseguró.

Katopodis valoró la decisión del presidente Fernández de apostar por esta restauración y también consideró que "esta es la expresión de un Estado que interviene de manera inteligente, que planifica y piensa con mucha claridad para concretar estas obras". "El Estado no es un queso lleno de agujeros, sino son médicos, enfermeras, que sostienen la salud, son investigadores que trabajan todos los días para poner a la Argentina de pie, y son también proyectistas, arquitectos, ingenieros, que todos los días trabajan para que la obra pública sea una de las palancas para reconstruir la Argentina", señaló.

En este marco, el funcionario recordó que, por esta fecha, hay 172 obras que tiene a su cargo en el ministerio, junto al de Cultura, "para que el patrimonio nuestro, activo, más fuerte, esté en las condiciones que necesitamos".

Más de 100 millones de inversión

La puesta en valor de la emblemática obra del matrimonio argentino de arquitectos, Amancio Williams y Delfina Gálvez Bunge le demandó al Estado una inversión de más de 100 millones de pesos. Los trabajos consistieron en el reacondicionamiento de las cubiertas, las fachadas, mamposterías, revoques, cielorrasos, contrapisos y solados, zócalos, herrería y elementos metálicos, carpintería, tabiquería y herrajes, además de mobiliario y equipamiento para interiores, mesadas, pinturas, vidrios y espejos, señalética, instalaciones de gas, eléctricas, sanitarias y pluviales, calefacción, extintores, provisión de artefactos de iluminación, sistema de detección de humo y alarma contra incendios.

También se desmontaron elementos no originales de la construcción y se realizó el hidrolavado en el arco estructural de la casa, conocido como El Puente, para remover grafitis producto de los años de abandono. En el sector de la casa de los caseros se quitaron los pisos de parqué y se terminó de desmontar una ampliación, dado que eran posteriores a la edificación inicial. En todos los pisos se removió el material y se restauraron las piezas originales para su recolocación y se agregaron elementos faltantes. En el caso de las carpinterías se ajustaron y repararon todos los marcos; también se colocaron vidrios y laminados para mayor seguridad. Todo el mobiliario interior y las divisiones realizadas en madera de cedro se pusieron en valor, del mismo modo que se readecuaron y reemplazaron las instalaciones sanitarias y eléctricas.

Durante años, la casa estuvo totalmente destruida, abandonada y sin ningún tipo de protección. Con este proceso de restauración, la expectativa oficial es que se pueda reutilizar como museo, además de consolidarse como un atractivo turístico invaluable.