Indignante: se hacía pasar por su nieto y le pedía fotos desnudas a compañeritas de 12 años

Un hombre de 69 años, que haciéndose pasar por su nieto acosó por WhatsApp a una niña de 12 años, fue condenado a la pena de 3 años de cárcel en suspenso, en un hecho ocurrido en 2020 y que fue tipificado como "atentado contra la integridad sexual de menores". Se trata de Raúl Juárez, un árbitro de fútbol infantil, quien fue condenado por el delito de ciberacoso sexual infantil, también conocido como "grooming" o atentado contra la integridad sexual de menores a través de medios informáticos.

La pena acordada con su defensor tras haber admitido el delito incluyó además la prohibición de acercamiento hacia la menor, tratamiento psiquiátrico y un curso sobre la ley Micaela, a pedido de la asesora de menores.

Todo comenzó en 2020 durante la pandemia de Covid-19 cuando el hombre creó un perfil falso. Según se indicó en tribunales, el hombre empezó a contactar a la niña haciéndose pasar por su nieto, pero ya no utilizaba audios como hacía el chico sino mensajes de texto. Así, "logró manipular y engañar a la menor para que le enviase fotos íntimas, y así intentar menoscabar su integridad sexual", indicaron desde la investigación.

Luego de un tiempo los familiares de la menor descubrieron la maniobra y lo denunciaron ante la justicia, donde reunieron prueba hasta llegar a la condena. En octubre de 2020, una joven detectó que su hermanita de 12 años mantenía conversaciones con un supuesto compañero de su colegio. Además de realizar la denuncia penal, la mujer realizó una investigación propia que le permitió aportar capturas de pantalla.

Después de agendarlo, lo contactó utilizando el nombre "Natalia" y contándole al condenado que tenía 13 años. Tras varios días de conversación, el interlocutor le dijo que se llamaba Raúl Juárez, que le decían Tereré y que en realidad tenía 60. "Podés aprender muchas cosas", le dijo el árbitro después de pedirle varias fotos.

Intervino el fiscal Javier Giaroli, quien durante el juicio abreviado lo acusó de la autoría de una "perversa seducción de una niña", y ser el "responsable directo de todas las secuelas que le ha ocasionado". Giaroli detectó que el hombre no solamente utilizaba los perfiles de Facebook de sus nietos para contactar a las compañeras, sino que también reenviaba las fotos que conseguía a un amigo. En esos diálogos le aseguraba que cuando terminara la pandemia iba a tener relaciones sexuales con las menores